Viviendo en condiciones inhumanas: la cruda realidad de los jornaleros agrícolas en Sinaloa

En un espacio de 9 metros cuadrados, sin cocina ni muebles, varias familias con niños se han acomodado para vivir en condiciones precarias. Algunas de ellas tienen catres, mientras que otras ni siquiera eso, y utilizan colchas y colchonetas para dormir. Además, carecen de agua, gas y energía eléctrica. Estas viviendas, llamadas cuarterías, están hechas con láminas, madera o ladrillo, y decenas de personas comparten un solo baño. Los patrones les prestan estas viviendas a cambio de servicios como jornaleros agrícolas, pero también hay particulares que las alquilan por más de mil pesos al mes sin ningún control.

En marzo pasado, el gobierno de Sinaloa descubrió que muchos jornaleros provenientes de otras entidades, como Chihuahua, Guerrero y Oaxaca, que trabajan en la sindicatura de Juan José Ríos, viven en estas condiciones insalubres en varios predios. Cerca de 800 personas, incluyendo 280 menores, viven en estas cuarterías, y ocho de ellos han muerto por problemas respiratorios y desnutrición.

Recientemente, una pequeña de un año y cuatro meses murió en una cuartería donde vivía con sus padres, y hay otros niños enfermos por problemas respiratorios y desnutrición que requieren atención médica urgente. Como jornaleros, ganan entre 500 y 800 pesos diarios en el campo sinaloense, pero a menudo no tienen prestaciones ni relaciones laborales formales con los patrones.

El verdadero problema, según la Secretaría del Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa, es la falta de viviendas dignas para los trabajadores temporales empleados por día con diferentes empresas. Aunque ganan lo suficiente para comprar una estufa, muchos jornaleros tratan de llevarse todo lo que pueden a sus lugares de origen, como hacen muchos mexicanos que viven en condiciones similares.

La Sebides está llevando a cabo una investigación y diagnóstico de la situación para presentar soluciones para la próxima temporada agrícola. Brigadas de atención médica han visitado 26 cuarterías y han atendido a 79 niños, nueve embarazadas y 30 adultos en los últimos días. Se han detectado cuadros de infecciones respiratorias y gastroenteritis en los niños, conjuntivitis y diabetes en los adultos.

Las cuarterías son un problema que afecta a muchos trabajadores agrícolas en Sinaloa, y las autoridades estatales y locales están tomando medidas para abordar esta situación. Se espera que se presenten iniciativas en el Congreso de la Unión para revisar las condiciones salariales y las prestaciones de los jornaleros agrícolas y garantizar que se cumplan los derechos constitucionales de los trabajadores.