Violencia Política de Género: El Costo de la Paridad en México

La paridad de género en los cargos públicos, consagrada en la Constitución mexicana desde 2019, ha representado un avance histórico, pero también un desafío constante marcado por la violencia política contra las mujeres. Así lo advirtió Mónica Soto, magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), durante el Congreso Internacional de Derechos Humanos, Género y Enfoque Diferencial.

Soto destacó que las mujeres en posiciones de decisión y poder enfrentan diversas formas de violencia, incluyendo la física, psicológica y digital. Desde noviembre de 2016, la Sala Superior del TEPJF ha emitido 3,642 sentencias relacionadas con violencia política de género, de las cuales 2,684 están vinculadas con la lucha por la paridad.

Avances y Desafíos en la Justicia Electoral

La magistrada subrayó que el sistema de justicia electoral en México ha evolucionado significativamente al integrar la perspectiva de género en sus fallos. Este enfoque ha permitido romper barreras históricas, como el llamado “techo de cristal”, al que se refirió Soto, haciendo alusión al reciente triunfo de la primera presidenta de la República.

Sin embargo, persistentes resistencias a la equidad de género son evidentes. En las elecciones más recientes, el 40% de las impugnaciones fueron interpuestas por mujeres, y dos comicios locales fueron anulados en un contexto de agresiones de género. Además, el país cuenta con 66 jurisprudencias sobre violencia política y 22 relacionadas con paridad, indicadores que reflejan tanto el avance como los retos pendientes.

“La Paridad No Es Opcional”

A 71 años del reconocimiento del derecho al voto para las mujeres en México, Soto enfatizó que la paridad ya no es una opción, sino un mandato constitucional. Aunque se han logrado progresos “a golpe de sentencias”, como dijo la magistrada, las desventajas estructurales persisten para las candidatas, funcionarias y representantes.

Un ejemplo concreto es la implementación de políticas como la “8 de 8”, que exige cumplir con diversos requisitos, incluidos no estar en registros de deudores alimentarios. En 2024, un candidato fue retirado de su cargo pese a solventar una deuda, mostrando cómo estas normas buscan garantizar un ejercicio público ético y equitativo.

Símbolos y Acciones que Marcan el Cambio

Soto, conocida por usar lentes de color violeta durante las sesiones del TEPJF como símbolo de su compromiso con la perspectiva de género, comentó que esta práctica busca provocar reflexión entre sus colegas. “Me dicen: ‘¡Ay, esta señora loca, es poco seria!’, pero es una manera de generar conversación sobre este proceso evolutivo entre jueces y juezas”, explicó.

Este compromiso se refleja también en el Instituto Nacional Electoral (INE), donde se evaluaron las políticas públicas recientes para garantizar el cumplimiento de las normas de paridad y género en los procesos electorales.

Una Lucha Permanente

A pesar de los avances logrados, la violencia política contra las mujeres sigue siendo el costo más alto por su incursión en el ámbito público. Como destacó Soto, la lucha por la igualdad en México ha requerido de sentencias contundentes y de una visión judicial que actúe en favor de las mujeres, no por concesión, sino por justicia.

La consolidación de la paridad de género como un principio inalienable es un triunfo histórico, pero su implementación plena aún enfrenta desafíos que requieren la colaboración de todas las instituciones y la sociedad. El camino hacia la igualdad, aunque empedrado, sigue siendo una meta irrenunciable para México.