Urgen nombramientos en tribunales electorales ante proceso electoral 2023-2024
Ciudad de México.— El Senado de la República cerró su último periodo ordinario de sesiones con una significativa carga pendiente: la designación de 49 jueces en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y en tribunales electorales locales, un vacío que podría afectar la integridad del actual proceso electoral, en el que se renovarán más de 20,000 cargos de elección popular a nivel nacional.
Este déficit incluye la incompleta Sala Superior del TEPJF, seis salas regionales, y los tribunales electorales de casi todos los estados del país, lo que ha generado una fuerte demanda por parte de las organizaciones firmantes del Acuerdo Nacional por la Integridad Electoral (ANIE) para que el Senado convoque a un periodo extraordinario de sesiones que permita completar estos nombramientos críticos.
Arturo Espinosa, encargado de comunicación en la ANIE, expresó preocupación en una entrevista con El Sol de México, destacando que el número de impugnaciones en estas elecciones podría superar las 20,000, un incremento respecto a los 18,053 casos registrados hace seis años en el TEPJF durante un proceso electoral similar. La alta litigiosidad esperada, según Espinosa, es reflejo de una elección altamente competitiva y tensionada por factores como la intervención percibida del presidente Andrés Manuel López Obrador, la cobertura mediática desigual, precampañas anticipadas, el gasto excesivo y, crucialmente, la violencia electoral.
La situación es particularmente crítica en la Sala Superior del TEPJF, que tras la salida de dos magistrados, José Luis Vargas e Indalfer Infante, en octubre de 2023, opera con solo cinco de los siete magistrados necesarios para su pleno funcionamiento. Similarmente, seis salas regionales del tribunal y los 32 tribunales electorales locales enfrentan vacantes que afectan su operatividad plena.
Espinosa destacó que aunque los tribunales no se quedan totalmente inoperantes, ya que existen provisiones legales que permiten ocupar temporalmente las magistraturas vacantes, esta solución temporal no resuelve la debilidad subyacente de la justicia electoral. “Eso genera muchas complejidades porque ni eres magistrado realmente, pero sí funges como magistrado”, explicó.
Ante este panorama, la presión sobre el Senado para actuar de manera urgente y garantizar la fortaleza y transparencia del sistema electoral mexicano es más crucial que nunca, en un momento donde la confianza en la integridad del proceso electoral está en juego.