Unidos contra la violencia de género: reflexión y acción por un futuro equitativo

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, Carmen Hernández Cárdenas, directora general del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), subrayó la importancia del trabajo conjunto entre el gobierno, la sociedad civil y la academia para construir una sociedad justa, equitativa y libre de violencia de género. “La violencia no tiene justificación en ninguna de sus formas, especialmente si es hacia mujeres y niñas”, afirmó durante su intervención en la Sesión de la Unidad de Igualdad, Género e Inclusión.
Bajo el lema “Cada 10 minutos una mujer es asesinada. No hay excusa”, Hernández Cárdenas llamó a reflexionar sobre los avances logrados, pero también reconoció los retos que persisten. “Aunque hemos progresado en áreas como el acceso a la educación y la inclusión en puestos de liderazgo, la necesidad de conmemorar un día como este evidencia que la meta aún está lejos de alcanzarse”, advirtió. La directora destacó que cada acto de violencia representa una injusticia que limita la construcción de un entorno equitativo.
Un modelo inclusivo para garantizar la salud y la equidad
En este contexto, Norma San José Rodríguez, directora de Género y Salud del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR), presentó el Modelo de Atención a la Salud con Mecanismos Incluyentes (MOASMI), diseñado para garantizar atención médica de calidad y equidad a todas las personas, sin importar género, etnia, condición económica o discapacidad.
San José Rodríguez explicó que el modelo propone ajustes razonables y acciones afirmativas para acelerar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. Además, busca garantizar el derecho a la salud de las personas en condiciones de vulnerabilidad. “Este esfuerzo responde a la deuda histórica con las mujeres, quienes son las principales cuidadoras no remuneradas en los hogares mexicanos, lo que afecta su desarrollo profesional y calidad de vida”, señaló.
Una lucha que requiere unidad y perseverancia
Las ponentes coincidieron en que la violencia de género no solo es un problema social, sino también un obstáculo para el desarrollo y la igualdad. La eliminación de estas agresiones requiere una acción conjunta y sostenida, que combine políticas públicas efectivas, educación, y la participación activa de todos los sectores de la sociedad.
Mientras persistan las desigualdades y las mujeres enfrenten barreras para acceder a derechos básicos como la salud, la educación y el empleo, la lucha por un entorno libre de violencia será una prioridad. “No podemos detenernos hasta que la igualdad no sea solo una aspiración, sino una realidad tangible para todas”, concluyó Hernández Cárdenas.
La jornada conmemorativa reafirmó el compromiso de las instituciones y la sociedad en la construcción de un México donde la violencia de género sea erradicada y la equidad sea el cimiento de un futuro más justo.