Unidad y Justicia: La voz de Ayotzinapa Resuena en México
A un mes del trágico asesinato de Yanqui Khotan Gómez Peralta, estudiante de la emblemática Normal de Ayotzinapa, por parte del Grupo de élite Centauro de la Policía del Estado, la comunidad educativa y la sociedad mexicana siguen clamando justicia. Este hecho, lejos de ser aislado, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia y la impunidad que, en ocasiones, parece ensombrecer el camino hacia la paz y la justicia en nuestro país.
Durante un emotivo mitin llevado a cabo en el Libramiento a Tixtla, justo en el lugar donde Yanqui Khotan fue cruelmente arrebatado de este mundo, doña Lilia Vianey Gómez, madre del joven, alzó la voz en representación de todas las familias que han sido víctimas de actos tan desgarradores. Su demanda fue clara: justicia para su hijo y para todos aquellos que han sufrido a manos de la violencia. Además, hizo un llamado al gobierno federal para que cese la difusión de información que busca desviar la atención sobre la verdadera naturaleza del crimen de su hijo.
Este llamado a la justicia no solo resuena en los oídos de quienes directamente se ven afectados, sino en el corazón de toda la nación. La exigencia de la reaprehensión de David “N”, el policía estatal señalado como el presunto autor material del asesinato, refleja la urgencia de un cambio profundo en las estructuras de seguridad y justicia del país. El clamor por verdad y transparencia es un recordatorio de que la paz solo se construye sobre los cimientos de la justicia.
Los dirigentes de la Normal de Ayotzinapa han expresado su preocupación ante lo que consideran intentos por parte del gobierno federal de cerrar el plantel, un bastión de educación y lucha social en México. Estas acusaciones ponen de manifiesto la tensión existente entre las necesidades de seguridad del estado y la libertad académica y de expresión. La Normal de Ayotzinapa, con su rica historia de activismo y compromiso social, simboliza para muchos la resistencia frente a los intentos de silenciar las voces críticas.
En este momento crítico de nuestra historia, es imperativo que el gobierno y la sociedad civil trabajen de la mano para garantizar que tragedias como la de Yanqui Khotan Gómez Peralta no se repitan. La justicia para Yanqui Khotan y tantos otros es un paso necesario en el camino hacia la reconciliación y la paz en nuestro país. Las autoridades deben escuchar el clamor popular y actuar con determinación para desmantelar las redes de impunidad que permiten que tales crímenes ocurran.
La lucha de Ayotzinapa es la lucha de México. No es solo por la justicia para un joven estudiante, sino por el futuro de un país que anhela vivir en paz. El legado de Yanqui Khotan y su incansable búsqueda de justicia debe inspirarnos a todos a trabajar juntos por un México más justo, pacífico y solidario.