Trump Intensifica Ataques contra México y Migrantes: Amenazas Arancelarias y Cambios Simbólicos
En declaraciones realizadas desde su club Mar-a-Lago en Florida, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró su agresiva retórica hacia México, describiéndolo como “un lugar peligroso gobernado por los cárteles”. Estas declaraciones forman parte de una estrategia más amplia del magnate y los republicanos para mantener el foco en temas como migración, drogas y otros supuestos enemigos externos, con el objetivo de justificar futuras acciones políticas al asumir nuevamente el poder el próximo 20 de enero.
“México está realmente en apuros, muchos apuros”, afirmó Trump, acusando al gobierno mexicano de permitir la entrada de “millones de personas y cifras récord de drogas” a Estados Unidos. Además, amenazó con imponer “aranceles muy serios” a México y Canadá si no cumplen con sus demandas. Bajo el argumento de buscar una cooperación bilateral, el presidente electo insistió: “Queremos llevarnos bien con todos, pero, saben, se necesitan dos para el tango”.
Polémico Cambio de Nombre al Golfo de México
Entre sus anuncios, Trump sorprendió al declarar que planea cambiar el nombre del Golfo de México por el de “Golfo de América”. Según el mandatario electo, la nueva denominación tiene un “gran sonido” y es “apropiada”. Este gesto simbólico refuerza su visión de que “América” es sinónimo exclusivo de Estados Unidos, una percepción ampliamente rechazada en Latinoamérica.
Estrategias Republicanas para Consolidar el Control Migratorio
Mientras Trump refuerza su discurso, los líderes republicanos en el Congreso trabajan en medidas legislativas para implementar sus planes de control fronterizo y restricciones migratorias. Sin embargo, han surgido diferencias internas sobre cómo proceder. Algunos legisladores sugieren priorizar recortes fiscales antes que las iniciativas antimigratorias, mientras que otros buscan integrar múltiples propuestas en un solo paquete legislativo.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, propuso posponer algunas medidas antimigrantes, argumentando que Trump podría implementar sus objetivos mediante órdenes ejecutivas. No obstante, Trump insiste en que su victoria electoral se debe en gran medida a su postura dura contra la migración ilegal, a la que acusa, sin pruebas, de estar compuesta por criminales y personas “liberadas de manicomios” en otros países.
Avances en la Ley Laken Riley
Como parte de esta estrategia, los republicanos aprobaron en la Cámara Baja la polémica ley Laken Riley, que autoriza el encarcelamiento de migrantes indocumentados por delitos menores no violentos antes de su deportación. La ley lleva el nombre de una víctima de un crimen en Georgia atribuido a un migrante indocumentado. El proyecto ahora avanza al Senado, donde se prevé su aprobación. Cabe destacar que 48 demócratas votaron a favor de la medida junto con 218 republicanos.
El Centro Nacional de Derecho de Inmigración condenó esta legislación, calificándola como una “manipulación cínica de una tragedia personal” para atacar a los migrantes. Además, subrayaron que “no hay correlación entre condición migratoria y criminalidad” y que la medida es “un ataque a protecciones constitucionales” más que una solución efectiva para la seguridad pública.
Encuestas Reflejan Impacto del Discurso
El enfoque de Trump sobre migración parece tener eco en la opinión pública. Según una encuesta de AP/NORC, la mitad de los estadounidenses considera que la migración y la seguridad fronteriza deben ser prioridades gubernamentales en 2025, un aumento significativo respecto al tercio que compartía esta opinión el año anterior.
Con estos pasos, Trump y sus aliados buscan consolidar una narrativa que combina amenazas externas con políticas económicas agresivas para reforzar su agenda nacionalista y justificar sus próximas acciones en el poder.