Tragedia en la Estación Migratoria de Ciudad Juárez: Omisiones y negligencias

El 27 de marzo, una tragedia ocurrió en la estación migratoria de Ciudad Juárez, convirtiéndose en una trampa mortal para los 68 migrantes que estaban allí encerrados. La instalación carecía de protocolos de seguridad contra incendios, equipo y medios para extinguir el fuego. Además, los migrantes estaban en condiciones de hacinamiento, hambre, sin acceso a agua potable y sin productos para la higiene personal. La Fiscalía General de la República presentó pruebas y peritajes ante un juez federal que llevaron a órdenes de aprehensión en contra de nueve funcionarios del Instituto Nacional de Migración por incurrir en graves omisiones.

La falta de cumplimiento de sus deberes como servidores públicos provocó que los migrantes protestaran, ya que no tenían agua potable, comida ni artículos de aseo personal. Jeison Catari, uno de los migrantes, y otro individuo iniciaron la ignición de las colchonetas en la estancia, generando inconformidades en el día. Los guardias privados y los agentes migratorios no pusieron en marcha acciones de protección civil, y el inmueble no contaba con sistemas de detección de incendios. En el espacio donde se provocó el incendio se encontraban 68 migrantes, y no había ventilación adecuada ni rutas de evacuación o puntos de reunión.

Debido a la falta de planificación y los sistemas de seguridad inadecuados, la noche del incendio, 37 personas murieron asfixiadas por inhalación de monóxido de carbono y 27 resultaron lesionadas. La Fiscalía General de la República presentó argumentos para órdenes de aprehensión contra cuatro funcionarios del INM por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio, ejercicio ilícito del servicio público y lesiones.

El personal del INM y de seguridad privada incumplió con el protocolo que regula las medidas que deben aplicarse en las estaciones migratorias y estancias provisionales en caso de incendio. Una vez iniciado el incendio, abandonaron el lugar, dejando a los migrantes expuestos a los gases tóxicos que generó la combustión de las colchonetas. La conducta omisa de los investigados provocó en gran medida la tragedia, ya que incumplieron con la obligación de mantener en óptimas condiciones el inmueble y de garantizar las condiciones de seguridad necesarias para su correcta operación.

La FGR destacó la ausencia total de protocolos de actuación por parte del personal a cargo de la seguridad respecto a qué hacer en caso de incendio, y dada la imposibilidad de evacuación, el resultado fue catastrófico. El inmueble no contaba con los recursos básicos para prevenir o combatir un incendio, lo que convirtió a la estación migratoria en una trampa mortal para los migrantes encerrados allí.