Tragedia en comunidad wixárika reaviva exigencias por salud digna

Guadalajara, Jal.— La comunidad wixárika de San Andrés Cohamiata (Tatei Kie), en el municipio de Mezquitic, Jalisco, exigió este lunes a los tres niveles de gobierno una atención integral y equitativa, tras el fallecimiento de Katia Nataly López Sotero, una niña de 1 año y 9 meses que murió la semana pasada mientras era trasladada por sus familiares al hospital comunitario más cercano, ante la falta de servicios médicos de emergencia en su comunidad.

La menor fue atendida inicialmente en el centro de salud local el pasado 16 de abril, pero al no mostrar mejoría y sin disponibilidad de una ambulancia equipada, sus familiares decidieron trasladarla por cuenta propia a Huejuquilla el Alto, a más de 140 kilómetros de distancia, a través de una compleja ruta que cruza cuatro estados. Durante el trayecto, la niña falleció, sin haber recibido oxígeno.

La ambulancia de Tatei Kie se encuentra descompuesta desde el año pasado, y al solicitar apoyo al municipio, los familiares fueron informados de que tampoco las unidades de Mezquitic estaban operativas. El alcalde Tomás Torres confirmó esta situación en una entrevista con el medio local La Voz del Norte, donde también explicó que el municipio necesita al menos siete ambulancias más para cubrir adecuadamente su territorio. Indicó que, aunque existe un convenio con el gobierno estatal para dotar de ambulancias, estas unidades no están diseñadas para las condiciones geográficas de la sierra, lo que ha dificultado su operación.

Torres señaló que tras recibir la llamada desde la comunidad, instruyó al médico municipal a gestionar el uso del helicóptero del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU), sin que hasta ahora la Secretaría de Salud de Jalisco o el propio SAMU hayan hecho alguna declaración pública sobre el caso.

Durante una manifestación convocada por la comunidad, el delegado Diego de la Cruz Bautista y familiares de la menor pidieron que se atiendan las necesidades básicas en salud y movilidad en las comunidades wixaritari, que en muchos casos viven en zonas de difícil acceso. “Pedimos atención. Nos faltan médicos, ambulancias, queremos una reparación del daño a la familia afectada”, declaró.

El sepelio de Katia Nataly estuvo acompañado de música tradicional wixárika, con juguetes y un triciclo como símbolos de su corta vida. La comunidad expresó que más allá del dolor, el caso debe ser un llamado a mejorar las condiciones de salud en la región.

Las autoridades municipales, estatales y federales aún no han anunciado medidas concretas ante los hechos, mientras persiste el llamado de la comunidad a mejorar el acceso a servicios médicos, en especial en zonas de alta marginación como la Sierra Norte de Jalisco.