Tragedia de Katia en Chalco: Balas y Negligencia Médica Sacuden a la Comunidad

Una profunda tristeza y enojo han invadido a la comunidad de Chalco tras el fallecimiento de la pequeña Katia, una niña de tan solo cinco años de edad, quien perdió la vida debido a una bala perdida durante un violento ataque armado que tuvo lugar el pasado viernes en el tradicional tianguis de la cabecera municipal. La tragedia se ha visto agravada por denuncias de negligencia médica, ya que la niña pasó más de 14 horas sin recibir atención adecuada en un hospital local.

El fatídico incidente ocurrió en la tarde del viernes cuando sicarios en motocicletas abrieron fuego contra dos comerciantes del tianguis. A pesar de estar a escasos 30 metros de un módulo de seguridad pública, uno de los comerciantes quedó sin vida en el lugar y su compañero perdió la vida poco después mientras recibía los primeros auxilios en un centro médico. En medio de este caos, la pequeña Katia caminaba junto a su madre cuando una bala perdida alcanzó su cabeza, dejando una marca indeleble en su corta vida.

La tragedia tomó un rumbo aún más desgarrador cuando la familia de Katia denunció el trato inhumano que recibieron en el Hospital General de Chalco, donde llegaron en busca de ayuda para la niña. La madre de la víctima lamentó: “Fue el pésimo servicio que nos dieron en el Hospital General de Chalco. Horas perdidas que tuvo mi niña desde las dos hasta las 12 que salió de ese hospital”. El tiempo crucial perdido mientras Katia esperaba atención médica podría haber hecho la diferencia en su lucha por la vida.

Este martes, familiares, amigos y miembros de la comunidad se reunieron para despedir a Katia en su hogar en la comunidad de Tres Marías. Entre lágrimas y recuerdos compartidos, la niña fue velada mientras globos blancos y dos fotografías daban testimonio de su breve pero significativa presencia en este mundo. Las compañeras de escuela de Katia, quienes habían compartido momentos de risas y aprendizaje en el preescolar, llevaron consigo globos blancos para honrar su memoria.

El sentimiento de injusticia se cierne sobre esta tragedia. Katia estaba a punto de dar un nuevo paso en su vida, ya que estaba programado que comenzara sus estudios de nivel primaria a partir del próximo lunes, 28 de agosto. Sin embargo, esta oportunidad le fue arrebatada por un acto de violencia sin sentido.

Más allá de la violencia que se vivió en el tianguis y la tristeza en el funeral de Katia, las denuncias de negligencia médica han abierto un debate sobre la calidad del sistema de salud en la región. Katia esperó más de 14 horas para recibir la atención médica que necesitaba desesperadamente. La falta de equipo y personal médico de especialidad en el Hospital General de Chalco retrasó crucialmente su tratamiento. Posteriormente, cuando fue trasladada al Hospital Las Américas en Ecatepec, la falta de condiciones adecuadas continuó afectando su posibilidad de sobrevivir.

No fue sino hasta pasadas las cuatro de la mañana del sábado cuando Katia finalmente ingresó al Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango, ubicado a más de 60 kilómetros de Chalco. A pesar de los esfuerzos de los especialistas, su estado de salud fue reportado como “muy grave”. Este hecho desencadenó una creciente indignación en la comunidad, ya que muchas voces se alzaron para denunciar la falta de respuesta oportuna y eficiente del sistema de salud.

El trágico fallecimiento de Katia ha dejado una profunda herida en Chalco y sus alrededores. Su pérdida prematura no solo ha resaltado la violencia desenfrenada que afecta a la sociedad, sino que también ha arrojado luz sobre las deficiencias en el sistema de salud local. Mientras la comunidad llora su partida y exige justicia por su muerte, la historia de Katia se convierte en un llamado a la acción para mejorar tanto la seguridad pública como la atención médica en la región.