Trabajadores del restaurante Betos Condesa exigen justicia laboral en Acapulco

Los trabajadores del restaurante Betos Condesa han protestado de manera drástica para exigir justicia laboral después de permanecer en huelga durante casi dos años. La huelga comenzó el 30 de abril de 2021 debido a incumplimientos y falta de pago por parte de los propietarios del establecimiento. El viernes por la mañana, dos de los prestadores de servicios afectados, ambos mayores de 60 años, se sacaron sangre con jeringas y escribieron “Los trabajadores del restaurante Betos Condesa exigimos justicia” en una cartulina blanca que colocaron en la entrada del restaurante, ubicado en la zona Dorada de Acapulco. El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Hotelera y Gastronómica en Guerrero, Raúl Ramírez Gallardo, informó que el movimiento comenzó con 26 trabajadores, cuatro de los cuales han fallecido, ya que los afectados son personas mayores.

Según Ramírez Gallardo, los propietarios del negocio adeudan a los empleados alrededor de 9 millones de pesos en salarios, salarios caídos, prestaciones, vacaciones y otros rubros. A pesar de que los propietarios ofrecieron pagar 50 mil pesos al mes, esto significa que tardarán ocho años en pagar la deuda, lo que quita el derecho a huelga. La presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Acapulco, Maribel Solís Murga, acudió al lugar para intentar persuadir a los trabajadores de que desistieran de la protesta y de un bloqueo vial que habían planeado en la avenida Costera Miguel Alemán. Solo dos trabajadores se sacaron sangre y el bloqueo vial no se realizó.

Ramírez Gallardo explicó que el gobierno estatal intervino y acordó que habrá un acercamiento entre las autoridades, los trabajadores y los propietarios de Betos Condesa, que pertenece a familiares del ex secretario de Turismo estatal, Ernesto Rodríguez Escalona. Los trabajadores tienen antigüedades laborales de más de 30, 40 y 50 años y esta protesta es un grito que surge de lo más profundo del corazón para pedir justicia. Aunque los mejores años de la zona de la Condesa en Acapulco han pasado y el turismo internacional ha disminuido, los establecimientos siguen abiertos y reciben turismo nacional. Sin embargo, el nivel de vida de los trabajadores ha disminuido, ya que las propinas han disminuido considerablemente.