Tala de árboles en Xalapa causa indignación

En una controvertida decisión que ha generado gran indignación, el ayuntamiento de Xalapa, encabezado por el alcalde morenista Ricardo Ahued Bardahuil, llevó a cabo la tala de 40 árboles en el camellón de la avenida Lázaro Cárdenas, con el propósito de construir un paso a desnivel en el área.

La acción ha sido calificada como un ecocidio por parte de defensores del medio ambiente de la ciudad, quienes no solo denuncian la pérdida irreparable de la flora, sino también critican el desprecio del gobierno municipal hacia las demandas de los vecinos. Durante días, los residentes habían estado recolectando firmas para exigir que no se derribaran los árboles, pero sus peticiones fueron ignoradas.

Los colonos, que se percataron del inminente desastre en horas de la madrugada, se apresuraron a proteger una veintena de ejemplares de árboles. Determinados a no permitir más daños al medio ambiente, se situaron estratégicamente para resguardarlos.

“Según los testimonios, esto sucedió de manera rápida, con una multitud de trabajadores que emplearon motosierras”, declaró Emilio Rodríguez, miembro destacado de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas de Defensa Ambiental (LaVida). Rodríguez subrayó que de los 65 árboles programados para ser derribados por las autoridades, los ciudadanos lograron salvar aproximadamente 20, los cuales se encontraban en las proximidades de una plaza comercial.

El camellón se convirtió en un escenario de protesta, con personas portando pancartas y manifestando su descontento. Además, se acordaron turnos de 24 horas para vigilar los árboles y evitar que se llevara a cabo la tala.

El activista lamentó que se estén sacrificando recursos naturales en beneficio de los desarrolladores inmobiliarios y las plazas comerciales. “La construcción de este paso a desnivel está diseñada para servir a proyectos empresariales, sin tener en cuenta la protección del entorno, especialmente en una ciudad que ya sufre de escasez de agua”, recriminó.

Esta polémica acción ha generado un intenso debate en la ciudad de Xalapa, poniendo de manifiesto la tensión entre el desarrollo urbano y la preservación del medio ambiente. Los defensores del medio ambiente y los vecinos afectados continúan exigiendo al gobierno municipal que se revise la decisión y se tomen medidas para proteger y fomentar la naturaleza en lugar de destruirla en aras de intereses comerciales.