Solidaridad ante el desastre: Apoyo urgente para Acapulco tras el huracán Otis

Acapulco, Gro.—En medio del caos dejado por el huracán Otis, que afectó a 36 localidades en la zona rural de Cacahuatepec, la solidaridad de organizaciones sociales nacionales e internacionales se ha vuelto un faro de esperanza ante la ausencia de ayuda gubernamental. Marco Antonio Suástegui Muñoz, portavoz del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop), destacó la falta de respuesta oficial ante la crisis que ha devastado viviendas y arrasado con importantes cosechas de maíz.

El impacto de Otis no solo ha sido material; también ha resaltado las profundas carencias en derechos humanos fundamentales. Durante las movilizaciones del Día del Trabajo, Suástegui Muñoz no solo hizo un llamado urgente a la reconstrucción, sino también a la justicia por los desaparecidos en México, incluyendo a Vicente Suástegui, desaparecido hace más de dos años. “Estamos exigiendo el derecho principal, el derecho a la vida”, afirmó el vocero, subrayando las alarmantes cifras de más de 180 mil muertos y 100 mil desaparecidos en el país.

Además de la reconstrucción física, el Cecop ha tenido que abogar por servicios básicos como el acceso al agua potable para las comunidades cerca del río Papagayo. En un acto de crítica hacia los actuales gobernantes, Suástegui Muñoz señaló la contradicción en las políticas gubernamentales que prometen priorizar a los pobres pero terminan beneficiando a los más acomodados. “Es todo al revés, primero los ricos”, expresó con indignación.

Ante la falta de apoyo gubernamental, el Cecop ha encontrado en la ayuda de organizaciones civiles y fundaciones un soporte crucial. Entidades como Cooperación Comunitaria, Oxfam México, Tlachinollan, Isla Urbana, Cinco Panes y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo han aportado significativamente, distribuyendo más de 300 toneladas de maíz, 8 mil despensas y contribuyendo a la rehabilitación de más de 3 mil viviendas afectadas.

La reconstrucción de las zonas dañadas también ha incorporado métodos de bioconstrucción que utilizan materiales locales como piedra braza, piedra bola, grava, teja, madera y adobe. Hasta ahora, el Cecop ha logrado extender su ayuda a 25 de las 36 comunidades afectadas, reflejando un esfuerzo considerable dada la ausencia de recursos gubernamentales. “El Cecop no es gobierno, por lo que ha tenido que buscar recursos”, enfatizó Suástegui Muñoz, quien espera que la colaboración continúe para llegar a todas las comunidades necesitadas.

Las comunidades más golpeadas por Otis, incluyendo Apalani, Huamuchitos y Cabeza de Tigre, enfrentan un largo camino hacia la recuperación. Sin embargo, la respuesta de las organizaciones y la perseverancia del Cecop resaltan la capacidad de la sociedad civil de movilizarse efectivamente en tiempos de crisis, aun cuando las promesas gubernamentales quedan cortas.