Silencio empresarial ante señalamientos de corrupción en el Infonavit

Las principales organizaciones empresariales del país, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), guardaron silencio ante las recientes acusaciones de corrupción en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).

A pesar de que Octavio Romero, director general del Infonavit, expuso una serie de irregularidades dentro del organismo encargado de otorgar créditos para vivienda, ninguno de los tres organismos emitió un pronunciamiento oficial, a pesar de contar con representantes en el consejo de administración del instituto. Este silencio fue notorio, ya que La Jornada solicitó su postura sin obtener respuesta alguna.

Actualmente, el sector empresarial está representado en el consejo de administración del Infonavit por Carlos Gutiérrez Ruiz, quien ocupa el cargo de director sectorial empresarial. Gutiérrez Ruiz ya había ocupado esta posición entre 2000 y 2002 y ha sido una figura destacada dentro del ámbito empresarial mexicano desde los años noventa. Su trayectoria incluye cargos como vicepresidente de la Concamin (1997-1999) y presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) entre 1996 y 1998.

Los datos oficiales revelan que la Concamin tiene como miembros propietarios en el consejo de administración a Alejandro Malagón Barragán y José Abugaber Andonie, actual presidente y ex presidente del organismo. Además, Luis Rafael Méndez Jaled, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), y Luis Alberto Moreno Gómez Monroy, dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), fungen como suplentes.

Por parte de la Concanaco, sus representantes son Octavio de la Torre Stéffano y Héctor Tejada Shaar, quienes desempeñan roles clave como presidente y ex presidente de esta confederación. En cuanto a los suplentes, Alfredo Jaime Velázquez es quien ocupa una de las dos plazas disponibles.

En el caso de Coparmex, su representante ante el Infonavit es José Medina Mora Icaza, mientras que Otto Javier Schmal Thomae ocupa el cargo de suplente. Estos líderes empresariales son responsables de garantizar el buen manejo del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y de velar por la transparencia en el uso de los recursos destinados a los créditos de vivienda.

La dirección sectorial empresarial, encabezada por Carlos Gutiérrez Ruiz, tiene la responsabilidad de recoger las opiniones y sugerencias de los organismos empresariales y llevarlas a las instancias del Infonavit. Sin embargo, los recientes señalamientos de corrupción han puesto bajo la lupa el papel de estas organizaciones en la supervisión y vigilancia de los recursos del instituto.

A pesar de la gravedad de las acusaciones hechas por Octavio Romero, las confederaciones empresariales involucradas han optado por no emitir una postura clara o condenar los actos de corrupción detectados. Este silencio genera incertidumbre y cuestionamientos sobre su compromiso con la transparencia y el combate a la corrupción en una institución fundamental para millones de trabajadores mexicanos.

Gutiérrez Ruiz, quien fue designado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en conjunto con Coparmex, Concanaco, Concamin, CMIC y Canadevi, tiene la obligación de participar en las sesiones del consejo de administración y otros órganos del Infonavit. Aunque su función es con voz y sin voto, su responsabilidad es clara: garantizar que los recursos del fondo sean manejados de manera honesta y eficiente.

En medio de estos señalamientos, la falta de reacción de los organismos empresariales plantea interrogantes sobre su rol en la administración de los recursos del Infonavit. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para asegurar que los trabajadores mexicanos reciban los beneficios a los que tienen derecho, y el silencio de las cúpulas empresariales no contribuye a fortalecer la confianza en estas instituciones.