Sheinbaum defiende la obra pública y rechaza auditoría externa propuesta por Zedillo

Ciudad de México. Con firmeza y claridad, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó la propuesta del exmandatario Ernesto Zedillo de someter a una auditoría externa las grandes obras del sexenio anterior, como el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, y criticó que detrás de estas sugerencias existe un profundo rechazo al regreso de la obra pública en México.

Durante su habitual encuentro con los medios, la jefa del Ejecutivo federal recordó que Zedillo fue precisamente quien, durante su gobierno, impulsó la privatización de los trenes de pasajeros y promovió una política que marginó al Estado de su papel rector en el desarrollo de infraestructura nacional. “No están de acuerdo en que se haya construido un tren, en que hayan regresado los trenes de pasajeros, pues él los privatizó y los desapareció”, declaró Sheinbaum.

En relación con la iniciativa legislativa que plantea la creación de una comisión especial para revisar el caso Fobaproa, la mandataria consideró que si bien es válido que el Congreso ejerza sus facultades de fiscalización, sería más productivo hacer públicas las observaciones realizadas en su momento por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). “Habla de que las decisiones del rescate no tuvieron una regla, sino que fueron discrecionales”, puntualizó.

Sobre las voces que sugieren auditorías externas tanto al Fobaproa como a las obras insignia de la Cuarta Transformación, Sheinbaum cuestionó la equidad de tales comparaciones. “¿Cómo lo puedes comparar? O sea, estás hablando del tren… Lo que pasa es que a ellos no les gusta que haya regresado la obra pública en México”, aseveró. Reprochó que se intente desacreditar obras como el Tren Maya, calificándolo de suntuoso, cuando en realidad, aseguró, representa una pieza clave para el desarrollo del sureste del país y un homenaje al legado de la nación maya.

“Ellos creen que todo debería ser privado”, sentenció, al tiempo que defendió el modelo impulsado por la Cuarta Transformación, el cual ha devuelto al Estado mexicano un papel protagónico en la planeación, construcción y operación de infraestructura pública de alto impacto social.

Cuestionada directamente sobre si sería necesaria una auditoría internacional independiente, la presidenta fue contundente: “¿Para qué, si ya lo hace la Auditoría Superior de la Federación?”. Reiteró su confianza en las instituciones mexicanas encargadas de la fiscalización y transparencia del gasto público, como la ASF, órgano técnico del Congreso de la Unión.

Con estas declaraciones, la presidenta Sheinbaum refuerza la visión de un Estado que no solo construye, sino que rinde cuentas y actúa con responsabilidad, sin aceptar imposiciones externas que buscan desacreditar, sin fundamento, los logros alcanzados en materia de obra pública nacional.