Severidad de Sequía en México: Un Reto Nacional
México enfrenta una situación crítica de sequía, con 71.47% del territorio nacional experimentando condiciones que varían desde anormalmente secas hasta sequía excepcional. Esta cifra representa un marcado contraste con la situación del año pasado, cuando el 71.44% del país estaba libre de sequía, según el Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El 15 de noviembre pasado, se reportó un aumento en la severidad de la sequía en varios estados. Coahuila, Tamaulipas, Veracruz y Oaxaca experimentaron una transición de sequía moderada a severa. En Sonora, Chihuahua y Tamaulipas, la sequía alcanzó niveles extremos, mientras que en Durango y la Huasteca Potosina, la situación llegó a ser excepcional.
Comparando con años anteriores, el cambio es notable. En la misma fecha de 2018, solo el 19.44% del país sufría algún grado de sequía. Este año, el 55.40% del territorio está afectado por sequía y un adicional 16.07% padece de condiciones anormalmente secas, sumando casi tres cuartas partes del país afectadas por la falta de humedad.
La falta de precipitaciones es alarmante. Desde el inicio del año hasta el 19 de noviembre, el déficit de lluvias alcanzó el 23.1%. Las 210 grandes presas del país registran un déficit promedio del 29% respecto a los índices históricos. La Comisión Nacional del Agua informó que 114 embalses tienen menos del 50% de su capacidad.
En lo que respecta al Sistema Cutzamala, crucial para el suministro de agua, su capacidad de almacenamiento es solo del 39.7%, un 44.6% menos en comparación con el promedio histórico. La presa Valle de Bravo está a menos de la mitad de su capacidad, con solo el 36.6% de almacenamiento. Las presas El Bosque y Villa Victoria también registran niveles críticos, con 56.3% y 28% de su capacidad, respectivamente.
Sin embargo, hay un rayo de esperanza. Durante la primera quincena de noviembre, se registraron lluvias superiores al promedio en el noreste, la Mesa Central, el sur del Golfo de México y la Península de Yucatán. Estas precipitaciones, resultado de la interacción de dos frentes fríos y canales de baja presión, contribuyeron a la disminución de áreas afectadas por la sequía en estados como Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, sur de Veracruz, Tabasco, Chiapas y la Península de Yucatán.
Este panorama refleja un desafío significativo para México. La sequía, con su impacto en la agricultura, el suministro de agua y la vida cotidiana de los ciudadanos, se convierte en un tema prioritario para el gobierno y la sociedad. La respuesta a esta crisis requerirá de esfuerzos coordinados, políticas eficientes y una gestión sostenible de los recursos hídricos.