San Juanico: 40 años después, la exigencia de justicia y seguridad persiste

Vecinos, colectivos sociales y culturales conmemoraron este sábado los 40 años de las explosiones en las instalaciones de San Juan Ixhuatepec, una tragedia que marcó la historia del país, dejando más de 600 muertos y cientos de heridos. El evento tuvo lugar en la Plaza Ricardo Flores Magón, corazón de San Juanico, donde sobrevivientes y activistas levantaron la voz bajo consignas como “Fuera Pemex de San Juan Ixhuatepec” y “No más empresas de alto riesgo”.

En el marco del conversatorio “A 40 años de la explosión de San Juanico”, el escritor Francisco Ignacio Taibo II destacó que este hecho no fue un accidente, sino un acto criminal propiciado por la corrupción y negligencia de sectores industriales y un Estado permisivo. “¿Quieres poner una gasera? Órale. ¿Y las condiciones de seguridad? Eso valía madres”, sentenció Taibo II, quien acudió a solidarizarse con los vecinos y reforzar la exigencia de justicia.

El escritor enmarcó el contexto de la tragedia en las décadas de los setenta y ochenta, periodos marcados por intensos movimientos sociales, desastres naturales y un auge del sindicalismo democrático. Sin embargo, denunció que la corrupción en los niveles más altos del gobierno fomentó negligencias, desde la autorización de líneas de camiones sin regulaciones hasta la creación de sindicatos charros que operaban sin representación real de los trabajadores.

Por su parte, Miguel Ángel Gorostieta, historiador e integrante del Grupo 19 de Noviembre, rememoró que en 1961 se permitió la instalación de la planta de Pemex en San Juan Ixhuatepec, a pesar de ser una zona densamente poblada. Años más tarde, se autorizó un aumento del 43% en la capacidad de almacenamiento de hidrocarburos, lo que, para la fatídica mañana del 19 de noviembre de 1984, resultó en 11 millones de litros de gas almacenados, alimentados por tres ductos subterráneos.

Gorostieta enfatizó que el decreto de 1986 que establece el Polígono de Seguridad es insuficiente, pues la franja de amortiguamiento de 100 metros resulta ridícula ante el alcance destructivo de un accidente como el de hace 40 años, donde piezas de infraestructura volaron hasta un kilómetro de distancia.

A pesar de la tragedia, los habitantes denuncian que las autoridades han ignorado los riesgos. En lugar de limitar la instalación de negocios peligrosos, se han autorizado nuevas gasolineras, empresas de pinturas y alcoholes, e incluso restaurantes que usan tanques de gas dentro del Polígono de Seguridad.

Vecinos y activistas exigieron que se restablezca y actualice el Polígono de Seguridad, que se cumplan las normativas de Protección Civil y que se priorice la seguridad de la población sobre los intereses económicos de las empresas.

La conmemoración de esta tragedia no solo recuerda el dolor de las pérdidas humanas, sino que también es un llamado urgente para garantizar que desastres como el de San Juanico no vuelvan a ocurrir. Los habitantes de Ixhuatepec demandan justicia, respeto por su seguridad y una acción inmediata por parte de las autoridades para prevenir nuevos riesgos en su comunidad.