Revolución tecnológica en el tratamiento cardíaco
Los avances tecnológicos en la atención de enfermedades cardiovasculares han revolucionado la reducción de riesgos y costos asociados a estos padecimientos. Innovadoras técnicas, como las intervenciones de mínima invasión, han permitido destapar arterias obstruidas sin recurrir a cirugías a corazón abierto. Este progreso ha posibilitado que la mayoría de los pacientes puedan volver a sus hogares el mismo día de la operación, siguiendo ejemplos exitosos en naciones como el Reino Unido y Canadá, según especialistas de la destacada empresa Terumo.
Sin embargo, en México, las enfermedades cardiovasculares persisten como la principal causa de muerte, cobrando la vida de aproximadamente 114,000 personas anualmente, según Ana Gabriela Torres, directora de Mercadotecnia y Comunicación de la firma japonesa.
La disparidad en el acceso a la innovación tecnológica es evidente en comparación con otras naciones. En Japón, se realizan seis veces más angioplastias coronarias que en México, a pesar de tener poblaciones similares. En Colombia, con la mitad de habitantes, se efectúan igual cantidad de cirugías cardíacas que en México, resaltando la relevancia del acceso a innovaciones tecnológicas.
En el país, alrededor de 650 médicos cardiólogos intervencionistas trabajan en más de 200 hospitales públicos en colaboración con Terumo, la cual ha inaugurado un centro de capacitación en la Ciudad de México con el propósito de instruir a más de 3,000 especialistas anualmente mediante simuladores. Este esfuerzo subraya la importancia de incrementar la capacidad de las instituciones para llevar a cabo intervenciones mínimamente invasivas y utilizar dispositivos de última generación para mejorar los resultados.
Los cardiólogos tienen la oportunidad de aprender a corregir obstrucciones en arterias coronarias mediante técnicas de mínima invasión y el acceso radial, utilizando dispositivos que se introducen a través de las venas de la muñeca, en contraposición al método tradicional a través del fémur. Este avance se logró gracias a un acuerdo de colaboración entre Terumo y el Instituto Nacional de Cardiología, así como otros centros médicos. A pesar de la demostrada eficacia y seguridad de dar de alta a los pacientes el mismo día de la intervención, esta práctica se aplica en solo un 1-2% de los casos después de tres años de capacitación y concienciación médica en México.