Restauranteros obtienen amparo contra ley antitabaco y reactivan sus negocios

En una reciente victoria legal, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) logró obtener una suspensión definitiva contra el decreto que reforma el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco. Esta medida, que entró en vigor el 15 de enero de este año, prohibía la prestación de servicios o consumo de alimentos y bebidas en las zonas designadas para fumar, lo que afectó de manera significativa a la industria restaurantera.

La Canirac ha manifestado que desde la implementación de la prohibición de áreas para fumar en restaurantes, albercas y hoteles de México, las ventas en los establecimientos han caído hasta un 30 por ciento. Ante esta situación, el organismo argumentó que el gobierno estaba excediendo sus facultades y sobrepasando las regulaciones establecidas por la ley, lo cual llevó a interponer un juicio de amparo.

El pasado 13 de julio, el decimocuarto tribunal colegiado en materia administrativa del primer circuito emitió una decisión favorable a la Canirac, concediendo la suspensión definitiva del decreto. Según el comunicado emitido por el organismo privado, esta suspensión aplicará únicamente para aquellos restaurantes afiliados a la cámara que demuestren su afiliación y cuenten con una licencia de funcionamiento vigente que cumpla con el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco previo a la reforma.

La Canirac sostiene que la norma en cuestión no protege adecuadamente a las personas no fumadoras, sino que impone restricciones y prohibiciones que afectan negativamente a la industria, limitando el ejercicio de otros derechos humanos, como el de no discriminar y negar el servicio a los clientes.

Desde su entrada en vigor, el decreto que reforma el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco ha generado un intenso debate en la sociedad mexicana. Mientras algunos defienden la medida argumentando que busca proteger la salud pública y reducir los riesgos asociados al consumo de tabaco, otros consideran que se trata de una restricción excesiva que afecta la libertad individual y la economía de los negocios.

La Canirac ha sido una de las voces más críticas respecto a esta medida, sosteniendo que la prohibición de las áreas de fumadores ha tenido un impacto negativo en la industria restaurantera. Según datos proporcionados por la cámara, las ventas han disminuido drásticamente desde la implementación de la norma, lo que ha llevado a muchos establecimientos a enfrentar dificultades económicas y en algunos casos incluso a la quiebra.

La suspensión definitiva concedida a la Canirac representa un respiro para los restaurantes afiliados a la cámara, quienes podrán seguir operando sin verse afectados por las restricciones impuestas por el decreto. Sin embargo, la situación para aquellos establecimientos que no forman parte de la Canirac sigue siendo incierta, ya que la suspensión solo aplica para los afiliados que cumplan con los requisitos establecidos.

Mientras tanto, el debate sobre la ley antitabaco continúa. Los defensores de la norma argumentan que es necesaria para proteger la salud de los ciudadanos, especialmente de aquellos que no fuman y se ven expuestos al humo de segunda mano. Por otro lado, los críticos sostienen que la ley es una intromisión excesiva en la libertad individual y que los establecimientos deberían tener la opción de decidir si permiten fumar en sus instalaciones.

La Canirac ha dejado claro que continuará luchando por los intereses de la industria restaurantera y buscará promover un diálogo constructivo con las autoridades para encontrar soluciones que equilibren la protección de la salud pública y el desarrollo económico de los negocios. Mientras tanto, los restauranteros afiliados a la cámara pueden celebrar esta victoria legal que les brinda un respiro en un momento de dificultades para el sector.