Resiliencia Financiera en Tiempos de Inflación
En un reciente análisis sobre la situación económica del país, datos proporcionados por el Banco de México (BdeM) revelan una realidad financiera que desafía la adversidad económica, reflejando el espíritu de resiliencia y adaptación de las familias mexicanas. A pesar de que la denominada ‘cuesta de enero’ se extendió hasta febrero, los hogares han demostrado su capacidad para enfrentar los desafíos económicos mediante el recurso del financiamiento.
El saldo vigente de los créditos destinados al consumo de las familias, otorgados por la banca comercial, evidenció un crecimiento del casi 16%, alcanzando en febrero la impresionante cifra de un billón 424 mil 435 millones de pesos. Este incremento es significativo, ya que marca el segundo nivel más alto para el portafolio vigente de los préstamos de consumo en un solo mes desde diciembre de 1994, según registros del BdeM. Tal escalada en el financiamiento refleja no solo una gestión inteligente de recursos sino también una confianza renovada en el sistema financiero nacional.
Es importante destacar que el saldo vencido también experimentó un aumento, del 28.8%, situándose en 43 mil 624 millones de pesos. Aunque este dato podría interpretarse como una señal de alarma, en realidad, refleja un escenario en el que las familias, frente a un menor poder adquisitivo debido a la inflación y el bajo dinamismo económico de enero, han optado por utilizar diversos mecanismos de apalancamiento para mantener su nivel de vida y hacer frente a sus compromisos financieros.
La demanda de préstamos de consumo, incluyendo aquellos otorgados por medio de tarjetas de crédito, créditos personales, y préstamos descontados por nómina, subraya la búsqueda de soluciones creativas ante los retos económicos. El segmento de tarjetas de crédito, por ejemplo, reportó un alza del 16.8%, llegando a 540 mil 956 millones de pesos, mientras que los préstamos de nómina y los financiamientos personales también mostraron incrementos significativos.
Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, subraya este punto, indicando que el incremento en la demanda de financiamiento no se debe interpretar meramente como una secuela de la cuesta de enero, sino como una estrategia frente a un panorama económico desafiante, marcado por la contracción de la actividad económica y el repunte de la inflación. La experta resalta que, en lugar de rendirse ante la pérdida de poder adquisitivo, las familias mexicanas están buscando activamente formas de seguir adelante, adaptándose a la situación y utilizando los recursos disponibles para sostener su consumo.
Este panorama no solo demuestra la resiliencia y adaptabilidad de las familias mexicanas ante los desafíos económicos, sino también la solidez del sistema financiero del país, que continúa proporcionando las herramientas necesarias para que los ciudadanos manejen sus finanzas de manera eficaz. A medida que México avanza a través de este escenario económico complejo, la fortaleza de su gente y la robustez de su sistema financiero serán claves para superar los obstáculos y seguir construyendo un futuro próspero.