Resiliencia en la Industria Manufacturera: Un Paso Firme Hacia el Futuro

En enero de este año, la industria manufacturera de México demostró una vez más su capacidad de resiliencia y adaptación ante los desafíos, marcando un modesto pero significativo rebote en su actividad con un aumento del 0.4% en comparación con el mes anterior. Este avance es una clara señal de la fortaleza inherente de nuestro sector industrial, el cual sigue siendo un pilar fundamental para el desarrollo económico del país.

Sin embargo, es importante reconocer los retos a los que se enfrenta nuestra fuerza laboral. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la ocupación en la industria manufacturera experimentó un retroceso de 0.2% en enero respecto al mes anterior, continuando con una tendencia de ajuste en el mercado laboral que se ha extendido durante siete meses. Este ajuste refleja un proceso de transformación dentro de la industria, donde se busca alcanzar una mayor eficiencia y competitividad en un entorno global cada vez más exigente.

En términos anuales, la contracción del empleo en la industria manufacturera fue de 1.4%, marcando el quinto mes consecutivo de ajuste. Específicamente, el personal ocupado en roles de obrero y técnicos en producción registró una caída tanto mensual como anual, lo cual destaca la necesidad de seguir invirtiendo en la capacitación y desarrollo de nuestras y nuestros trabajadores para enfrentar los desafíos del futuro.

A pesar de estos desafíos, hay señales positivas que indican un camino hacia la recuperación y el crecimiento sostenido. Por ejemplo, en enero, la capacidad utilizada en la industria manufacturera se ubicó en un impresionante 82.8%, poniendo fin a una serie de caídas consecutivas. Sectores clave como la fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica, así como la producción de equipo de computación y electrónicos, mostraron niveles de capacidad superiores al 90%, evidenciando la solidez y el potencial de crecimiento de nuestra industria.

En cuanto a las remuneraciones, aunque se registró una disminución mensual del 0.5% en las reales pagadas en el sector, es crucial destacar el incremento en las prestaciones sociales, contribuciones y utilidades, lo cual refleja un compromiso continuo con el bienestar de las y los trabajadores del sector.

Este panorama nos recuerda la importancia de mantener el rumbo hacia la transformación y la mejora continua. Aunque enfrentamos retos, los fundamentos de nuestra industria manufacturera son sólidos y su capacidad de adaptación es clara. Con el esfuerzo conjunto del Gobierno, la industria y la sociedad, estamos sentando las bases para un futuro más próspero y resiliente para México.