Rescatista nayarita da vida tras la muerte: donan órganos de Pablo García

Tepic, Nay.— En un acto de profundo amor al prójimo y de generosidad sin límites, la familia del rescatista voluntario Pablo Antonio García Saucedo decidió donar sus órganos tras su lamentable fallecimiento, luego de un trágico accidente en la carretera Tepic-Miramar, donde se impactó en su motocicleta contra una patrulla de la Policía Estatal. Su legado de servicio y entrega a los demás ahora perdura en múltiples personas que, gracias a esta decisión solidaria, recibirán una nueva oportunidad de vida.

Especialistas del Hospital de Especialidades IMSS-Bienestar Dr. Antonio González Guevara, en Tepic, llevaron a cabo la procuración de ambos riñones, córneas y tejido musculoesquelético, cumpliendo con los más estrictos protocolos sanitarios. Los órganos fueron trasladados al estado de Jalisco, donde beneficiarán a pacientes que esperaban con esperanza este gesto de vida.

Pablo Antonio García era un joven comprometido con su comunidad, cuya labor voluntaria como rescatista lo convirtió en un ejemplo de entrega y solidaridad. Su muerte cerebral fue declarada por los médicos tras el fatal accidente, y su familia, honrando los valores que él representó en vida, decidió convertir el dolor de su partida en una oportunidad para otros.

“Con el corazón destrozado, tengo que decir que mi hermano fue declarado con muerte cerebral. Sin embargo, fiel a quien fue en vida —un ser hermoso, con un corazón inmenso—, se convierte ahora en donador de órganos. Pablo, tu partida duele en el alma, pero también sé que tu esencia permanece. Vives en cada persona a la que ahora vas a dar esperanza y una nueva oportunidad. Vuela alto, hermano”, escribió Evelyn García, hermana del joven, a través de redes sociales.

Este acto representa la segunda procuración multiorgánica realizada por los Servicios de Salud de Nayarit en lo que va del año, lo cual evidencia el avance y fortalecimiento de la red hospitalaria del estado, bajo el modelo IMSS-Bienestar, impulsado por el Gobierno de México para garantizar atención médica con calidad y calidez a toda la población, especialmente en regiones donde históricamente hubo rezago.

La historia de Pablo Antonio García es un recordatorio del valor de la vida y de cómo, incluso en los momentos más dolorosos, la solidaridad puede transformar el destino de muchos. La donación de órganos es un acto supremo de generosidad que salva vidas, y en este caso, la voluntad de una familia ejemplar en Tepic permitirá que varias personas en distintas partes del país vivan mejor y más plenamente.

Con acciones como esta, se fortalece una cultura de donación y humanidad que enaltece al pueblo mexicano y reafirma la vocación de servicio de instituciones como IMSS-Bienestar. Pablo vive ahora en cada persona que recibirá su esperanza.