Renacimiento de Santa María: Entre la Nostalgia y la Esperanza

En un emotivo acto que marcó el fin de una era y el comienzo de otra, la comunidad de Santa María de Gracia ha sido testigo del renacimiento de su pueblo, ahora reubicado a 3 kilómetros de su ubicación original, debido a la creación de un embalse que, si bien ha cambiado el paisaje que conocían, promete un futuro de prosperidad y desarrollo para todos.

El proyecto, iniciado en 2015, enfrentó diversos desafíos, incluyendo disputas con comuneros, pero fue retomado con vigor en 2019 bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien el pasado 18 de diciembre de 2023, marcó un hito en la historia de esta comunidad al accionar el cierre de la compuerta del tercer túnel del embalse de Santa María, situado en la sierra del municipio El Rosario. Este acto simbólico no solo refleja el compromiso del gobierno federal con el desarrollo regional, sino también su determinación por mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.

La transición de las familias de Santa María ha sido un proceso de adaptación y memoria. Aunque el antiguo pueblo ya casi no tiene residentes, los lazos emocionales de sus habitantes con el lugar permanecen intactos. Muchos de ellos, incluyendo adultos mayores y sus familias, visitan regularmente para revivir recuerdos, rescatar pertenencias, o simplemente para contemplar el río que ahora abraza lo que una vez fueron sus hogares.

El gobernador Rubén Rocha Moya, al inaugurar el nuevo asentamiento en 2022, reafirmó el compromiso del gobierno con las 58 familias reubicadas, asegurando que este nuevo comienzo viene acompañado de mejores oportunidades, seguridad y bienestar para todos, incluyendo a las nueve familias provenientes del pueblo de Buenos Aires.

Entre historias de resistencia y adaptación, Matilde se destaca. Decidió quedarse en el antiguo pueblo, aferrándose a los recuerdos y a un modo de vida que, aunque desafiante, representaba su esencia. La comunidad, unida en la adversidad, demostró su solidaridad, particularmente en momentos críticos, como lo narró Anastasio, un enfermero del IMSS, quien junto a otros valientes, ayudó a Matilde a salvaguardar sus pertenencias más preciadas ante el avance implacable del agua.

El simbolismo de una vieja lancha, que aunque entraba agua, se convirtió en el medio para trasladar no solo enseres, sino también esperanzas y recuerdos, refleja la determinación de una comunidad que, a pesar de las pérdidas, se levanta con dignidad y mira hacia el futuro.

El dolor de despedirse de un lugar lleno de historias y recuerdos, como lo expresó David, el capellán de la antigua Iglesia La Purísima Concepción, y Andrés Zatarain, refleja la melancolía de lo que fue. Sin embargo, este nuevo capítulo en la historia de Santa María de Gracia es una testimonio de resiliencia, unión y la incansable búsqueda de un futuro mejor para las próximas generaciones, bajo el amparo y visión de un gobierno que pone primero el bienestar de sus ciudadanos.