Reaparición Histórica: General Cienfuegos Celebra Bicentenario del Colegio Militar
En un emotivo evento marcado por la conmemoración del Bicentenario del Heroico Colegio Militar, se dio una destacada reaparición en escena. El general en retiro Salvador Cienfuegos, una figura de profunda relevancia en el ámbito militar y político, hizo su presencia junto a dos de sus predecesores en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Enrique Cervantes Aguirre y Guillermo Galván Galván Zepeda. Este acontecimiento, enmarcado en la historia de la educación militar mexicana, dejó su huella en los corazones de los asistentes.
El actual titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, encabezó un conmovedor desayuno en La Fortaleza de San Carlos, espacio que ha sido testigo de innumerables momentos clave en la formación de líderes militares. Generales retirados, orgullosos egresados de esta institución, se reunieron en el histórico lugar para rendir homenaje al aniversario de esta icónica institución de educación militar.
Durante la ceremonia, se llevó a cabo la revelación de una placa conmemorativa. Esta placa simboliza la creación del colegio que sentó las sólidas bases para la formación profesional de los líderes del Ejército Mexicano. A lo largo de la historia, este ejército ha demostrado una lealtad y un amor profundo por México, valores que han sido inculcados en el corazón de cada miembro que ha pasado por las aulas de este colegio.
Jorge Antonio Maldonado Guevara, el director del Heroico Colegio Militar, compartió palabras que resonaron en todos los presentes. Al conmemorar los 200 años de existencia del plantel, resaltó la importancia de este monumento arquitectónico, La Fortaleza de San Carlos. Este castillo se erige como uno de los ejemplos más notables de fortalezas iberoamericanas de su época, un símbolo tangible de la historia y la resiliencia del país.
Construido en el siglo XVIII, este imponente edificio fue diseñado para enfrentar los desafíos del momento. Su forma pentagonal y sus robustos muros de piedra hablan de una arquitectura concebida bajo los estándares defensivos de su época. El propósito original de esta fortaleza se remonta a la amenaza de un ataque por parte de los ingleses, que habían invadido la ciudad de La Habana, Cuba, en 1762, como parte de la llamada Guerra de los Siete Años, que enfrentó a Inglaterra y España.
Pero La Fortaleza de San Carlos no solo es un escenario de valor defensivo y estratégico. En sus entrañas reposan los restos del primer presidente de México, Guadalupe Victoria, quien representa el crisol del patriotismo que permea en cada rincón del colegio. Fue el 11 de octubre de 1823 cuando se tomó la histórica decisión de establecer este edificio como la cuna del Heroico Colegio Militar, una institución que ha sido fundamental en la formación de los oficiales subalternos para las diversas armas del Ejército Mexicano y, en tiempos más recientes, de la Guardia Nacional.
Maldonado Guevara resaltó la profunda base pedagógica y educativa sobre la cual se forma a los oficiales de este colegio. El enfoque del modelo educativo nacional, combinado con una amplia perspectiva académica y cultural, se entrelaza con un reconocimiento profundo de los aspectos humanísticos y sociológicos, garantizando el respeto a los derechos humanos y la equidad de género.
Este enfoque educativo no se queda en lo tradicional, sino que también se adapta a las exigencias tecnológicas y científicas actuales. El Colegio Militar ha evolucionado constantemente, manteniéndose al ritmo de las demandas cambiantes y participando activamente en los procesos de vanguardia académica. Esta evolución va de la mano con el desarrollo nacional, asegurando que los líderes militares estén equipados para afrontar los desafíos del mundo moderno.
La Fortaleza de San Carlos, con más de dos siglos de existencia, tiene una historia rica y diversa. Ha sido testigo de la presencia de tropas de la corona española, estudiantes militares, soldados estadounidenses, revolucionarios y diversas fuerzas internacionales durante la Segunda Guerra Mundial. Su nombre, San Carlos, fue elegido en honor al rey Carlos III de Borbón (1759-1788). El diseño del edificio, con su planta cuadrada y baluartes en los ángulos, revela su naturaleza defensiva, una arquitectura funcional concebida para la guerra. Ubicado cerca de Perote, Veracruz, este recinto histórico continúa siendo un testimonio de la historia mexicana.
La reaparición del general en retiro Salvador Cienfuegos durante este evento conmemorativo añadió un toque de solemnidad y respeto a la ocasión. Cienfuegos, quien ha ocupado puestos de liderazgo en el ámbito militar y político, sigue siendo una figura influyente en la historia reciente de México. Su presencia, junto con la de los exsecretarios de la Sedena, Enrique Cervantes Aguirre y Guillermo Galván Galván Zepeda, resalta la continuidad y la importancia de las instituciones militares en la construcción del país.
En un mundo que está en constante cambio, eventos como el Bicentenario del Heroico Colegio Militar nos recuerdan la importancia de honrar la historia y la tradición. La Fortaleza de San Carlos se erige como un recordatorio tangible de la resiliencia, el compromiso y el amor por México que han sido parte integral de la formación de líderes militares a lo largo de los años. El legado de este colegio perdura en cada oficial que ha pasado por sus aulas y que, al igual que los baluartes que rodean la fortaleza, se convierten en pilares de la seguridad y el honor de la nación.