Pemex reconoce responsabilidad en derrame que afecta costas de Tabasco

Villahermosa, Tab. Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció formalmente su responsabilidad en el derrame de hidrocarburo que afectó severamente las costas del municipio de Paraíso, en Tabasco, causando graves daños al ecosistema marino, paralizando la actividad pesquera de más de mil 500 trabajadores del mar y golpeando al sector turístico de la región.

Cuatro días después de iniciada la contingencia, la empresa productiva del Estado emitió un comunicado en el que informó que el origen del derrame se localizó en un ducto que transporta aceite desde la Plataforma Akal-C hasta la Terminal Marítima de Dos Bocas (TMDB). Pemex explicó que atendió dos fugas mediante la instalación de abrazaderas metálicas, y detalló que ya se realizan las pruebas necesarias para verificar la hermeticidad del ducto antes de su reactivación.

De acuerdo con el mapeo realizado por técnicos de la empresa, el hidrocarburo derramado alcanzó una franja costera de aproximadamente siete kilómetros, incluyendo zonas cercanas a la terminal marítima. De inmediato se desplegó personal especializado para realizar labores de limpieza, las cuales, según Pemex, están por concluir. Paralelamente, se ha iniciado el diálogo con las comunidades de pescadores para implementar medidas de prevención y restablecimiento de sus actividades productivas.

El suceso fue notificado a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con el fin de coordinar las acciones de remediación ambiental que sean necesarias. En respuesta, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (Semades) del estado de Tabasco presentó una denuncia formal ante ASEA desde el primer momento en que se tuvo conocimiento del derrame, el sábado alrededor de las 13 horas. La instancia federal asignó el folio PROM 00598 para su seguimiento.

El gobierno estatal ha reiterado su compromiso con la justicia ambiental, manteniéndose atento y vigilante en coordinación con las instancias correspondientes, con el propósito de garantizar que se respeten los derechos de las comunidades afectadas y que se sancione conforme a la ley cualquier daño al medio ambiente.

Actualmente, al menos cinco barcazas equipadas con barreras de contención operan en la zona para recolectar el crudo derramado, tanto en altamar como en las playas de Paraíso, donde el olor a petróleo aún es perceptible. A pesar de los esfuerzos de limpieza, la mancha de aceite ha alcanzado áreas de gran valor ecológico como la laguna Mecoacán —zona natural protegida— así como Cheneque y el Río Seco. Los manglares, vitales como defensa natural contra huracanes y hábitat de larvas de ostión, han sido visiblemente afectados.

El crudo ha dañado bancos ostrícolas, y ya se reporta la muerte de fauna acuática. Los pescadores, imposibilitados para trabajar, enfrentan pérdidas por daños a sus herramientas y embarcaciones. Además, los restauranteros del corredor turístico reportan una baja significativa en la afluencia de visitantes, lo que agrava el impacto económico. Localidades como la Isla Andrés García, Nuevo Torno Largo, El Bellote y varias playas del litoral han sido afectadas por la emergencia.

Este lamentable incidente exige respuestas firmes, prontas y coordinadas entre Pemex, las autoridades ambientales y la sociedad para garantizar la remediación ecológica y el restablecimiento de las actividades económicas en la zona.