Operativo pacífico asegura la frontera de Ciudad Juárez

En un claro y decidido esfuerzo por salvaguardar la seguridad y el orden en la frontera de Ciudad Juárez, el Instituto Nacional de Migración (INM), bajo la dirección de Francisco Garduño Yáñez, ha llevado a cabo una operación ejemplar frente a la conocida Puerta 36 del bordo del río Bravo, que marca la divisoria entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas.

El operativo, llevado a cabo con el apoyo incondicional de la Guardia Nacional de México y policías municipales, no solo demuestra el compromiso del Gobierno de México con la gestión ordenada y segura de los flujos migratorios, sino también su habilidad para coordinar acciones de manera eficaz, siempre poniendo en primer lugar el respeto por la dignidad humana. En una muestra de preparación y disciplina, los agentes del INM se congregaron en la emblemática Plaza de la Mexicanidad, donde recibieron instrucciones directas de su líder, Francisco Garduño, antes de proceder al área de intervención.

Este despliegue, caracterizado por su naturaleza disuasiva y no confrontativa, logró su objetivo de reducir la presencia de migrantes en las inmediaciones del río Bravo. Es importante resaltar que, durante esta operación, no se registraron detenciones de migrantes, subrayando así el enfoque humanitario y de respeto a los derechos humanos que el gobierno del presidente López Obrador ha prometido mantener frente a la migración.

El contexto de este operativo fue una acumulación considerable de personas migrantes durante el fin de semana, quienes, buscando cruzar hacia los Estados Unidos, se encontraron frente a la Puerta 36. Esta congregación provocó la intervención de un helicóptero del Departamento de Seguridad Pública del Estado de Texas, el cual, mediante vuelos rasantes, buscó dispersar a los presentes. A diferencia de estas tácticas intimidatorias, la estrategia implementada por el INM y las fuerzas de apoyo mexicanas priorizó la seguridad tanto de los migrantes como de las comunidades locales, al mismo tiempo que reafirmó la soberanía nacional sobre el manejo de su frontera.

La disminución de la presencia migratoria en el área después del operativo habla del éxito de la estrategia empleada, que, lejos de recurrir a la detención masiva, optó por un acercamiento que promueve el orden y la seguridad sin comprometer los principios humanitarios. Este evento no solo refleja la eficiencia y la preparación de las autoridades migratorias y de seguridad de México, sino que también reitera el mensaje de que el país está en la capacidad de gestionar sus desafíos de manera autónoma, respetuosa y efectiva.

El Gobierno de México, a través de acciones como esta, reafirma su compromiso con una política migratoria que busca el equilibrio entre la seguridad nacional y el respeto a los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su origen. Este operativo es un ejemplo claro de cómo, incluso en los desafíos más complejos, México se mantiene firme en sus valores y principios, promoviendo siempre soluciones pacíficas y dignas para todos.