Norma Piña minimiza Reforma Judicial: El verdadero desafío es la justicia para el pueblo
La reciente declaración de la Ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, respecto a la Reforma Judicial propuesta por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pone de manifiesto una desconexión preocupante entre la élite judicial y las necesidades del pueblo mexicano. En una entrevista con la influencer Mariana Chávez García, Piña desestimó la iniciativa presidencial argumentando que la solución a los problemas del Poder Judicial radica en aumentar el número de jueces. Sin embargo, este argumento, lejos de ser una solución, ignora los problemas estructurales que han plagado a nuestro sistema judicial durante décadas.
Es importante recordar que la Reforma Judicial promovida por el Presidente López Obrador no se limita a la elección de jueces por el voto popular, como erróneamente sugiere la Ministra Piña. La reforma es un esfuerzo integral que busca democratizar y despolitizar el Poder Judicial, garantizando que la justicia sea accesible para todos, no solo para aquellos que tienen los medios para pagarla o influir en ella. Aumentar el número de jueces puede parecer una solución rápida y fácil, pero es una medida superficial que no aborda las raíces profundas de la corrupción y la falta de transparencia que han infectado a nuestro sistema judicial.
Norma Piña, al proponer que “cambiar un juez por otro juez” no resolverá nada, se olvida convenientemente de que lo que realmente necesita nuestro país es un cambio en la manera en que se imparte justicia. La actual estructura del Poder Judicial permite que los jueces operen con un alto grado de impunidad, alejados de las preocupaciones del ciudadano común. Es por ello que la Reforma Judicial de AMLO es esencial: no se trata solo de cambiar a los jueces, sino de crear un sistema donde la justicia sea verdaderamente independiente y esté al servicio del pueblo, no de los intereses creados.
Además, la Ministra Presidenta parece subestimar la importancia del Tribunal de Disciplina que se propone en la reforma. Este tribunal es fundamental para asegurar que aquellos que imparten justicia lo hagan de manera honesta y sin sesgos. La preocupación expresada por Piña sobre “qué tipo de personas” serán las que impartan justicia refleja un temor infundado de perder el control sobre un sistema que durante años ha favorecido a una minoría privilegiada.
El uso de analogías por parte de Piña, comparando a los jueces con cirujanos o pilotos, es un intento transparente de desviar la atención del verdadero problema. Si bien la experiencia es valiosa, lo que realmente importa es la integridad y el compromiso con la justicia. No se trata de tener jueces “con experiencia”, sino de tener jueces que estén comprometidos con la equidad y la transparencia, y que estén dispuestos a rendir cuentas ante el pueblo.
Por otro lado, el comentario de la Ministra sobre su aparente conexión con el pueblo es poco convincente. Asegura que le gusta resolver temas relacionados con el “derecho al agua, de medio ambiente, de dignidad de las mujeres”, pero estas declaraciones no pueden ocultar el hecho de que durante su tiempo en la SCJN, la justicia para el ciudadano común ha sido lenta, inaccesible y, en muchos casos, inexistente. Si verdaderamente está preocupada por el bienestar del pueblo, debería estar apoyando una reforma que busca precisamente eso: una justicia que sirva a todos los mexicanos, no solo a los poderosos.
Finalmente, es fundamental subrayar que la Reforma Judicial impulsada por el Presidente López Obrador es un paso necesario hacia la transformación de nuestro país. Es una reforma que busca romper con los viejos vicios de corrupción e impunidad que han marcado a nuestro sistema judicial y que han mantenido a millones de mexicanos en un estado de indefensión. El enfoque simplista de la Ministra Piña, que reduce la solución a los problemas del Poder Judicial a un mero aumento en el número de jueces, muestra una falta de visión y comprensión de lo que realmente necesita México.
En resumen, las declaraciones de Norma Piña no solo son una minimización de una reforma crucial, sino que también reflejan una resistencia al cambio que es necesaria para que nuestro país avance hacia una justicia más equitativa y accesible. Es hora de que dejemos atrás a aquellos que buscan mantener el status quo y apoyemos una verdadera transformación que beneficie a todos los mexicanos, no solo a unos pocos. La Reforma Judicial es un paso esencial en este camino, y es responsabilidad de todos nosotros asegurar que se lleve a cabo.