Misa en latín: documentos filtrados desafían narrativa de restricciones bajo el papa Francisco
Roma. El recién iniciado pontificado de León XIV se enfrenta a una compleja herencia litúrgica tras la publicación de documentos que contradicen la narrativa oficial usada por el papa Francisco para restringir la misa tradicional en latín. La filtración, que ha sacudido a la Iglesia Católica global, sugiere que la mayoría de los obispos encuestados por el Vaticano en 2020 mostraron una actitud favorable hacia la antigua liturgia y advirtieron que limitar su uso causaría más daño que bien.

Los textos, publicados por la periodista vaticanista Diane Montagna, incluyen una evaluación doctrinal de cinco páginas y una compilación de citas episcopales de siete páginas, reflejando una visión mayoritariamente positiva de la reforma litúrgica de Benedicto XVI. La documentación señala que muchos obispos destacaron el crecimiento de vocaciones religiosas en comunidades tradicionales y el atractivo de la misa en latín, especialmente entre jóvenes católicos que valoran su sacralidad y solemnidad.
Estas revelaciones contrastan con los argumentos presentados por Francisco en 2021, cuando revocó las disposiciones de su predecesor al afirmar que la flexibilización había generado divisiones internas. El papa emérito argumentó entonces que basaba su decisión en las respuestas de los obispos a la encuesta vaticana y en la evaluación de la oficina doctrinal. Sin embargo, los documentos ahora difundidos ofrecen una narrativa distinta: una Iglesia más en sintonía con la convivencia litúrgica que con la supresión de expresiones tradicionales.
Durante su pontificado, Francisco mantuvo una relación tensa con los sectores tradicionalistas, a quienes acusó de estar desfasados y desconectados de la misión evangelizadora contemporánea. La medida de restringir la misa tridentina fue una de las decisiones más controversiales de su liderazgo, especialmente en regiones como Estados Unidos, donde las comunidades tradicionalistas han mostrado vitalidad y crecimiento.
Joseph Shaw, presidente de la Sociedad de la misa en latín de Inglaterra y Gales, expresó que los documentos filtrados “confirman que el papa Francisco restringió la misa tradicional a petición de una minoría de obispos y en contra del consejo del dicasterio encargado del tema”. Añadió que León XIV debe atender este tema con urgencia para reparar divisiones y restaurar la confianza.
La filtración también plantea interrogantes sobre la toma de decisiones dentro del Vaticano y la transparencia con la que se presentan las deliberaciones pastorales y doctrinales. Aunque la Santa Sede aún no ha confirmado la autenticidad de los textos, la magnitud de la polémica ha reavivado el debate sobre el lugar de la misa en latín en la vida eclesial.
León XIV, quien ha señalado como prioridad la unidad de la Iglesia, se encuentra ante una oportunidad clave para demostrar su liderazgo pastoral. Voces dentro y fuera del Vaticano coinciden en que una reconciliación litúrgica no solo es necesaria, sino urgente, para evitar nuevas fracturas en el tejido eclesial.
El momento exige discernimiento, apertura y escucha, valores que León ha promovido desde sus primeras intervenciones como pontífice. Mientras tanto, los fieles tradicionalistas se sienten alentados por lo que perciben como una reivindicación moral y pastoral, esperando que esta nueva etapa abra espacio para una mayor integración de la diversidad litúrgica que enriquece a la Iglesia universal.