¡Milpa Maya Peninsular de Yucatán se corona como Patrimonio Agrícola Mundial!

La Milpa Maya Peninsular de Yucatán, conocida como “Ich Kool”, ha sido honrada con el título de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta distinción marca el segundo reconocimiento otorgado a un sistema de producción mexicano en esta categoría, siendo el primero el “Sistema de Chinampas” de la Ciudad de México en 2017.

En el marco de una ceremonia de reconocimiento a nivel mundial, el embajador Miguel García Winder, titular de la Misión Permanente de México ante las Agencias de las Naciones Unidas con sede en Roma, participó representando al Gobierno de México. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó en un comunicado sobre su participación.

Durante el evento, el embajador resaltó la importancia de la Milpa Maya Peninsular o “Ich Kool” como un complejo sistema productivo biocultural que se ha desarrollado en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Este sistema ha evolucionado a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta el delicado equilibrio existente en la región entre la biodiversidad, el clima, los recursos naturales y las necesidades de los productores, sus familias y sus comunidades.

El embajador García explicó que la Milpa Maya Peninsular no solo se concibe como una estrategia de autoabastecimiento y supervivencia familiar, sino que también abarca la identidad, la historia, las tradiciones y las cosmovisiones de toda una cultura. Además, proporciona servicios ambientales esenciales para las comunidades y la sociedad en general, desde la conservación de especies vegetales hasta la coexistencia con ecosistemas de alta biodiversidad.

En reconocimiento a la historia y las contribuciones de México en el ámbito de la agricultura y la alimentación, el embajador Miguel García expresó el compromiso de seguir promoviendo el concepto del SIPAM en México. De esta manera, se busca identificar otros sistemas dentro de la vasta tradición agrícola mexicana que puedan aspirar a ser considerados parte del patrimonio agrícola mundial.

La FAO otorga el reconocimiento SIPAM a sistemas agrícolas de todo el mundo a través de un riguroso proceso que evalúa su contribución a la seguridad alimentaria y al sustento de las comunidades locales, así como su capacidad para ilustrar diversos usos de la diversidad biológica en el territorio donde se desarrollan, entre otros aspectos relevantes.

El reconocimiento de la Milpa Maya Peninsular o “Ich Kool” como SIPAM es un logro significativo para México, ya que destaca la importancia de preservar y promover los sistemas agrícolas tradicionales y sostenibles. Este reconocimiento también subraya la riqueza cultural y biológica del país, así como la valiosa labor de los agricultores y las comunidades que han sabido conservar y utilizar de manera responsable los recursos naturales a lo largo de generaciones.

Con esta distinción, se espera que se fortalezcan los esfuerzos para proteger y promover la Milpa Maya Peninsular, así como para difundir la importancia de los sistemas agrícolas tradionales en México y en el mundo. La Milpa Maya Peninsular es un ejemplo destacado de cómo la agricultura puede estar en armonía con el entorno natural y cultural, brindando beneficios tanto a las comunidades locales como al medio ambiente.

La designación como SIPAM brinda visibilidad internacional a este sistema agrícola único y reconoce los conocimientos ancestrales y la labor de los agricultores mayas que han mantenido viva esta tradición a lo largo de los siglos. Además, este reconocimiento impulsa la conservación de la diversidad biológica y promueve la seguridad alimentaria en la región.

La Milpa Maya Peninsular se caracteriza por ser un sistema agrícola tradicional que combina el cultivo de maíz, frijol y calabaza en un mismo terreno. Estos tres cultivos, conocidos como las “tres hermanas”, se complementan entre sí, proporcionando nutrientes y beneficios mutuos. Este sistema aprovecha los ciclos naturales y se basa en técnicas agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos y el manejo adecuado de los recursos hídricos.

Además de su importancia como fuente de alimentos, la Milpa Maya Peninsular desempeña un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad. Los agricultores mayas han preservado numerosas variedades de maíz y otros cultivos tradicionales a lo largo de los años, contribuyendo así a la diversidad genética y a la seguridad alimentaria a nivel local y global.

Asimismo, este sistema agrícola tradicional fomenta la conservación de los ecosistemas y la protección de los recursos naturales. Los agricultores mayas utilizan prácticas de manejo sostenible de la tierra, evitando la deforestación y promoviendo la conservación de la flora y fauna silvestres en sus parcelas. De esta manera, la Milpa Maya Peninsular contribuye a la mitigación del cambio climático y al mantenimiento de los servicios ecosistémicos.

La designación de la Milpa Maya Peninsular como SIPAM resalta la importancia de valorar y preservar los conocimientos tradicionales de las comunidades indígenas en materia de agricultura y alimentación. Reconoce que estos sistemas agrícolas ancestrales son fundamentales para la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la sostenibilidad en un contexto global.

La inclusión de este sistema en la lista de los SIPAM también implica un compromiso por parte del Gobierno de México y de la comunidad internacional para apoyar su conservación y promoción. Esto incluye el fortalecimiento de las políticas públicas, la inversión en investigación y desarrollo, así como la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la valoración de los conocimientos locales.

En conclusión, el reconocimiento de la Milpa Maya Peninsular o “Ich Kool” como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial por parte de la FAO es un logro significativo para México y para la preservación de los sistemas agrícolas tradicionales. Destaca la importancia de valorar y proteger los conocimientos ancestrales de las comunidades indígenas, así como la necesidad de promover prácticas agrícolas sostenibles y la conservación de la biodiversidad. Este reconocimiento es un llamado a seguir fortaleciendo los esfuerzos para salvaguardar y promover los sistemas agrícolas tradicionales en México y en todo el mundo