Migrantes exigen derogar propuesta de impuesto a remesas: “somos la columna vertebral de la economía”
Ciudad de México.– Integrantes de organizaciones en defensa de personas migrantes protestaron este lunes frente a la embajada de Estados Unidos, en Paseo de la Reforma, para manifestar su rechazo a la iniciativa impulsada por el expresidente Donald Trump que busca imponer un impuesto del 5 por ciento a las remesas enviadas desde territorio estadounidense. Aunque el proyecto fue detenido en comisiones de la Cámara de Representantes, los manifestantes exigieron su cancelación definitiva.

“Queremos que se derogue de manera definitiva. No es justo que se utilice a la comunidad migrante como moneda de cambio electoral”, expresó María García, representante de la Coalición Binacional contra Trump, al tiempo que denunció que la iniciativa, incluida en el paquete presupuestal del exmandatario republicano, representa una amenaza más en el entorno de hostilidad que enfrentan quienes viven y trabajan en Estados Unidos.
La protesta reunió a una veintena de activistas, quienes colocaron pancartas y lanzaron consignas frente a la representación diplomática estadounidense. Desde el camellón central de Reforma, señalaron que el pretendido gravamen no sólo es injusto, sino inviable desde el punto de vista técnico y administrativo. “El gobierno estadounidense puede necesitar recursos, pero las remesas no deben ser la fuente para obtenerlos”, añadió García, quien destacó que la medida generaría trámites burocráticos costosos y poco prácticos.
La vocera subrayó que esta propuesta se suma a un clima de intimidación y persecución constante contra los migrantes, donde las amenazas de deportación y la criminalización de quienes contribuyen con su trabajo a la economía norteamericana son cada vez más frecuentes. “La gente vive con miedo e incertidumbre, y ahora quieren gravar el dinero que con esfuerzo y sacrificio envían a sus familias”, apuntó.
Los manifestantes también recordaron que las remesas no sólo son vitales para millones de hogares en México y otros países latinoamericanos, sino que son una aportación directa a la economía estadounidense, ya que provienen del trabajo legalmente remunerado de quienes pagan impuestos, consumen y aportan al crecimiento económico. “Somos la columna vertebral de esa economía, no se nos puede tratar como delincuentes por enviar dinero a nuestras madres, hijos o hermanos”, reclamaron.
La manifestación forma parte de una creciente ola de rechazo tanto en México como entre organizaciones de migrantes en Estados Unidos, donde también se han levantado voces de congresistas y defensores de derechos humanos que consideran el impuesto discriminatorio y violatorio de acuerdos internacionales, como el tratado para evitar la doble tributación entre ambos países.
Con esta protesta pacífica, los activistas buscan mantener el tema en la agenda pública y legislativa, en un llamado directo a los congresistas estadounidenses para que no revivan una propuesta que atenta contra los derechos y la dignidad de la comunidad migrante. La exigencia es clara: no más amenazas ni medidas injustas contra quienes han sido y siguen siendo pilar fundamental en la relación económica y social entre México y Estados Unidos.