Migrantes en Desesperación: Bloquean Aduana en Chiapas Exigiendo Documentos para su Futuro en EE. UU.

En un acto de desesperación y determinación, migrantes pertenecientes a la caravana que avanza por Chiapas han bloqueado la aduana de Huixtla para instar al Instituto Nacional de Migración (INM) a que les otorgue documentos de tránsito que les permitan continuar su viaje hacia la frontera con Estados Unidos. Esta acción se produce después de que los migrantes permanecieran una semana en un campamento improvisado en una cancha techada en el centro de Huixtla.

A lo largo de esta semana de espera, los migrantes, en su mayoría procedentes de Honduras y Guatemala, han enfrentado condiciones extremadamente difíciles. La falta de acceso a alimentos adecuados y a un lugar adecuado para descansar ha llevado a que algunas personas enfermen. Entre los migrantes, se encuentran mujeres y niños que han sido especialmente afectados por estas condiciones adversas.

Fiorela Córdova, una hondureña que perdió a su esposo durante la pandemia de COVID-19 y recientemente sufrió la pérdida de uno de sus hermanos a manos de pandillas en Guatemala, relató su difícil situación: “Queremos que nos den permisos para seguir, yo voy con mis dos niños, mi mamá y mis tres hermanos. No hemos dormido bien, no hemos comido bien, hay gente que se ha enfermado, es una situación muy fea”.

El activista de Pueblo Sin Fronteras, Irineo Mújica, ha denunciado la falta de sensibilidad por parte del Instituto Nacional de Migración hacia las mujeres y niños que viajan en la caravana. Mújica ha señalado que se han acercado al INM en busca de diálogo y soluciones, pero hasta el momento no han recibido respuesta. “El Instituto Nacional de Migración dijo que no hay nada, ni siquiera un diálogo. Lo único que le pedimos es un diálogo, que se haga algo. Les dijimos que íbamos a bloquear, que iba a ser parcial, después total, y no les importó”, expresó Mújica.

El activista argumenta que una solución viable para la crisis migratoria sería la emisión de permisos de tránsito que permitan a los migrantes continuar su trayecto hacia otras partes de México o hacia los Estados Unidos, donde podrían seguir con sus trámites legales o buscar oportunidades de trabajo. La saturación en la frontera sur de México ha dificultado aún más la situación de los migrantes, quienes buscan un futuro mejor.

La caravana, que partió de Tapachula hace una semana, ha avanzado aproximadamente 45 kilómetros hasta llegar a Huixtla, donde decidieron establecer un campamento temporal y llevar a cabo diversas protestas en busca de atención a sus demandas y necesidades.

Este bloqueo de la aduana en Huixtla ha generado un fuerte impacto en la región. La carretera costera de Chiapas, que conecta importantes puntos de la región, se encuentra completamente paralizada debido a la obstrucción de los cuatro carriles en ambos sentidos. Como resultado, se ha formado una larga fila de vehículos, incluyendo automóviles, autobuses y trailers, que han quedado atrapados en el congestionamiento generado por la protesta de los migrantes.

Las autoridades locales, incluyendo la Guardia Nacional (GN) y el Sistema de Administración Tributaria, están trabajando para restablecer el tráfico y buscar una solución a la situación en curso. Mientras tanto, la atención se centra en las demandas de los migrantes y en la necesidad de encontrar una respuesta humanitaria a su difícil situación.

La caravana de migrantes ha llamado la atención de la opinión pública y de organizaciones de derechos humanos tanto en México como en el extranjero. La situación de los migrantes, que huyen de la violencia y la precariedad en sus países de origen, pone de manifiesto la complejidad de los desafíos que enfrentan las personas que buscan una vida mejor a través de la migración.

El gobierno de México ha estado lidiando con un aumento en el flujo de migrantes en los últimos años, lo que ha llevado a un debate constante sobre las políticas migratorias y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la seguridad fronteriza y los derechos humanos de los migrantes. La situación en Huixtla es solo un ejemplo de los desafíos que el gobierno enfrenta en esta área.

En medio de esta crisis migratoria, se espera que las autoridades mexicanas y el Instituto Nacional de Migración aborden las demandas de los migrantes y busquen soluciones humanitarias que respeten sus derechos y les permitan avanzar hacia un futuro mejor. Mientras tanto, la caravana de migrantes en Chiapas continuará atrayendo la atención y generando un debate sobre las políticas migratorias en México y en la región.

El bloqueo de la aduana en Huixtla ha generado un llamado de atención a nivel nacional e internacional sobre la situación de los migrantes en Chiapas y las dificultades que enfrentan en su búsqueda de un mejor futuro en los Estados Unidos. La caravana, compuesta en su mayoría por personas procedentes de Honduras y Guatemala, ha dejado en evidencia la necesidad de abordar de manera urgente la crisis migratoria en la región.

La falta de acceso a alimentos adecuados y a condiciones de vida dignas ha llevado a que varios migrantes se enfermen durante su travesía. Las mujeres y niños que forman parte de la caravana son especialmente vulnerables a estas condiciones adversas.

Fiorela Córdova, una de las migrantes que participa en la caravana, compartió su historia personal: “Queremos que nos den permisos para seguir, yo voy con mis dos niños, mi mamá y mis tres hermanos. No hemos dormido bien, no hemos comido bien, hay gente que se ha enfermado, es una situación muy fea”. Córdova perdió a su esposo durante la pandemia de COVID-19 y, hace tres meses, uno de sus hermanos fue asesinado por pandillas en Guatemala, lo que la llevó a tomar la decisión de migrar en busca de un lugar más seguro y oportunidades de vida.