México y Centroamérica unen esfuerzos para erradicar el gusano barrenador y proteger economías rurales

En un esfuerzo conjunto para proteger al sector agropecuario de la región, México, los países de Centroamérica y República Dominicana acordaron este lunes un plan regional para erradicar el gusano barrenador, una plaga que afecta al ganado y que recientemente provocó el cierre temporal de la frontera de Estados Unidos a las importaciones de ganado mexicano. La medida de restricción comenzó el pasado 22 de noviembre, luego de que se detectara un caso de esta plaga en Catazajá, Chiapas, poniendo en riesgo una actividad económica fundamental para el país.

La iniciativa fue anunciada durante la 91ª reunión extraordinaria del Comité Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (CIRSA), celebrada en Palenque, Chiapas. México, que ostenta la presidencia pro tempore del CIRSA, lideró la formulación del plan, el cual se basa en cinco pilares esenciales: control de movilización de ganado, vigilancia epidemiológica, tratamiento de heridas frescas, dispersión de mosca estéril y capacitación y educación sanitaria. Estas acciones buscan evitar la propagación del gusano barrenador y proteger la salud animal en la región.

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Julio Berdegué Sacristán, destacó la urgencia de una acción conjunta para enfrentar esta amenaza que trasciende fronteras. “Nos enfrentamos a desafíos que no conocen fronteras. La erradicación del gusano barrenador del ganado es prioritaria para proteger nuestras economías rurales, asegurar la salud animal y garantizar el derecho humano a la alimentación”, afirmó durante la inauguración del evento.

La Dirección Ejecutiva del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), junto con las agencias sanitarias de los países miembros, como Guatemala, Belice, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana, será responsable del monitoreo y la implementación del plan. También se acordó una estrategia renovada que incluye el fortalecimiento de los sistemas de trazabilidad, garantizando así una mayor eficacia en el control y erradicación del gusano barrenador.

Este esfuerzo regional responde a una problemática urgente. La detección de un caso de gusano barrenador en Chiapas llevó al cierre temporal de la frontera sur de Estados Unidos, afectando directamente al sector ganadero mexicano. Se estima que alrededor de 75 mil cabezas de ganado, con un valor de 75 millones de dólares, no podrían ser exportadas durante tres semanas, generando preocupación en las economías rurales dependientes de esta actividad. La comunidad ganadera mexicana ha solicitado medidas más estrictas para evitar el contrabando de ganado proveniente de Centroamérica, que podría ser una fuente de nuevos brotes.

Durante el evento en Palenque, las autoridades mexicanas reafirmaron su compromiso con la cooperación internacional y destacaron la importancia de fortalecer las capacidades regionales. Una visita técnica a las instalaciones del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) en Catazajá subrayó la necesidad de compartir buenas prácticas y coordinar esfuerzos a nivel regional.

Por su parte, Juan Gay Gutiérrez, director general de Salud Animal del Senasica, informó que técnicos especializados y perros entrenados trabajan en los Puntos de Verificación e Inspección Federal de Catazajá, La Trinitaria y Huixtla para detectar y controlar posibles casos.

Cristóbal Zepeda, representante del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (APHIS-USDA), expresó el compromiso del gobierno estadounidense para colaborar con el OIRSA en la erradicación del gusano barrenador, una cooperación crucial para la reapertura de la frontera a las exportaciones ganaderas mexicanas.

Marcela Marchelli, coordinadora regional del Proyecto GBG del OIRSA, explicó que el organismo ofrece reportes semanales sobre el estado del brote en los países miembros, garantizando transparencia y coordinación internacional.

Con esta iniciativa, México y los países de Centroamérica dan un paso firme hacia la erradicación de una plaga que amenaza sus economías rurales y la seguridad alimentaria. La colaboración regional y el fortalecimiento de las estrategias sanitarias son esenciales para superar este desafío y garantizar un futuro próspero y seguro para el sector agropecuario.