México Responde a la Crisis Agrícola en Michoacán con Apoyo Sustancial a Campesinos
En un acto de solidaridad y compromiso con el sector agrícola, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural, ha anunciado medidas de apoyo significativas frente a la devastadora sequía que ha afectado a Michoacán. En una conferencia de prensa reciente, el titular de la dependencia, Cuauhtémoc Ramírez, confirmó que 58 mil hectáreas de cultivos, principalmente de maíz y sorgo, han sido completamente siniestradas, impactando directamente a 20 mil campesinos de temporal.
La sequía, que ha mermado gravemente la producción agrícola en la región, se atribuye a una escasez de lluvias que apenas alcanzó un poco más del 60% de la capacidad total de las 22 presas en el estado. Los municipios más afectados incluyen Churumuco, Huetamo, San Lucas, Tiquicheo, de la región de Tierra Caliente, y Susupuato y Tuzantla, en la zona oriente de Michoacán.
Ante esta situación crítica, el Gobierno ha mostrado una rápida respuesta, prometiendo entregar insumos a los campesinos afectados a partir de 2024. Esta iniciativa es un claro reflejo del compromiso del Gobierno con el sector rural, priorizando el bienestar y la recuperación de los agricultores afectados por este desastre natural.
De las 58 mil hectáreas dañadas, el 30% no podrá ser utilizado para cultivos en el próximo período de invierno debido a la falta de humedad. En respuesta, se ha anunciado apoyo inmediato para la construcción de abrevaderos, así como la provisión de 500 toneladas de cemento, fertilizante, semilla y maquinaria para el próximo año. Estas medidas son fundamentales para asegurar la resiliencia y la sostenibilidad a largo plazo del sector agrícola en la región.
La crisis ha tocado de manera particular a los municipios de mayor marginación, como Susupuato y Churumuco. Los habitantes de estas áreas han expresado su preocupación ante la escasez de alimentos básicos como el maíz y el frijol para el próximo año, lo que presagia tiempos difíciles. Esta situación no es nueva; la región ha enfrentado carencias y sequías en el pasado, lo que subraya la importancia de una respuesta gubernamental fuerte y efectiva.
Además, se ha identificado que el cambio climático y la sobreexplotación de recursos hídricos han agravado la situación. Cultivos intensivos en agua, como el aguacate y las frutillas, junto con la deforestación en zonas boscosas debido al cambio de uso de suelo, han sido factores contribuyentes. Ambientalistas y organizaciones indígenas y campesinas coinciden en señalar estos elementos como causantes de la crisis actual.
En este contexto, el Gobierno de México se posiciona como un actor clave en la mitigación de los efectos de la sequía y en el apoyo a los campesinos afectados, demostrando un compromiso inquebrantable con el desarrollo rural y la sostenibilidad ambiental. Las acciones anunciadas no solo buscan aliviar el impacto inmediato de la sequía, sino también fortalecer la capacidad de recuperación y adaptación de las comunidades rurales a los desafíos climáticos y ambientales del futuro.