México protege su industria y fortalece estrategia comercial

La reciente imposición de aranceles del 25 % por parte de Estados Unidos a las exportaciones de acero y aluminio representa un desafío significativo para la economía mexicana. Esta medida afecta sectores clave como autopartes, electrodomésticos y productos electrónicos, impactando a 11 estados del país cuya industria depende en gran medida del comercio con el país vecino.

Fernando de Mateo, especialista en comercio internacional y coordinador del diplomado sobre Negociaciones Comerciales Internacionales en El Colegio de México (Colmex), advirtió que México es la segunda nación más perjudicada por esta política comercial de Donald Trump, solo después de China. “Es una locura. Exportamos una infinidad de productos que llevan acero o aluminio, y somos el segundo país al que más le pegará esta medida”, señaló.

El déficit de acero y la dependencia del aluminio

México mantiene un déficit en la producción de acero frente a Estados Unidos y no fabrica aluminio, lo que agrava el impacto de los aranceles. Sin embargo, el golpe más fuerte recae en los productos derivados de estos materiales, ya que el país exporta aproximadamente 31 mil millones de dólares en bienes con componentes de acero o aluminio a territorio estadounidense.

De ese total, alrededor de 8 mil millones de dólares corresponden a productos con acero, mientras que 23 mil millones están vinculados con el aluminio. Según De Mateo, México importa la materia prima, la transforma y luego la exporta en forma de productos manufacturados, lo que explica la alta dependencia de este comercio.

Datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos muestran que entre los productos más importados desde México con contenido de acero o aluminio destacan las partes de carrocerías (7 mil 719 millones de dólares anuales), componentes de aire acondicionado (2 mil 88 millones) y partes de vehículos de motor (mil 459 millones).

A nivel nacional, según la Secretaría de Economía, los estados más afectados por estos aranceles son Aguascalientes, Coahuila, Durango, Guanajuato, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, donde la fabricación de partes y accesorios de vehículos automotores es una de sus principales actividades de exportación hacia EE.UU.

Impacto en los consumidores estadounidenses

El área de análisis de Banamex advirtió que la medida podría generar aumentos en los precios de los productos en Estados Unidos, ya que el acero y el aluminio son insumos clave en diversas industrias. Esto no solo afectaría a los consumidores finales, sino que también podría modificar la trayectoria esperada de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), al influir en la inflación y el consumo.

México prioriza la negociación, pero evalúa medidas de respuesta

Frente a este escenario, la presidenta Claudia Sheinbaum ha optado por mantener una postura cautelosa y enfocada en la negociación. Ha decidido esperar hasta el 2 de abril para evaluar la reacción de Estados Unidos antes de tomar represalias comerciales.

De Mateo considera que esta estrategia es adecuada en el corto plazo, ya que una respuesta inmediata con aranceles similares podría perjudicar a la propia economía mexicana. “Si Estados Unidos se está dando un balazo en el pie con esta medida, México haría lo mismo respondiendo de la misma forma”, explicó el especialista.

No obstante, el economista sugirió que, en caso de que la política arancelaria de Trump se mantenga, el gobierno mexicano deberá responder con precisión, afectando industrias estratégicas de Estados Unidos para generar una negociación más equitativa.

Mientras tanto, el diálogo entre ambos países continúa, con la esperanza de encontrar una solución que minimice el impacto en la economía nacional y preserve la relación comercial entre México y su principal socio económico.