México: Principal Proveedor de Estados Unidos, pero Aún Hay Más por Conquistar
En el transcurso del primer semestre de 2023, México ha logrado alcanzar un hito significativo en su relación económica con Estados Unidos, convirtiéndose en el principal proveedor de bienes para su vecino del norte. A pesar de este logro, el Banco de México (BdeM) destaca que aún existen oportunidades para fortalecer y consolidar aún más esta asociación comercial clave.
Según el informe trimestral más reciente emitido por el Banco de México, durante este período, México ha experimentado un aumento notable en su participación en el valor de las importaciones estadounidenses, llegando al 15.5 por ciento. Este logro ha colocado al país en una posición destacada como el proveedor líder de productos para Estados Unidos. No obstante, el BdeM enfatiza que es esencial profundizar en esta relación económica para aprovechar al máximo su potencial.
Uno de los sectores en los que México ha demostrado ser un actor fundamental es el de la industria automotriz. El país ha sido un proveedor clave tanto en la fase terminal de producción como en la provisión de autopartes. La recuperación del sector automotriz en Estados Unidos, junto con la creciente presencia de México como origen de otros bienes no automotrices, ha sido un factor determinante en su posición como principal socio comercial en la primera mitad de este año.
Un aspecto interesante que resalta el informe es el aumento en la participación de México en bienes no automotrices excluyendo el petróleo crudo. Esta cifra ha aumentado de manera constante, pasando del 10.1 por ciento en 2017 al 11.7 por ciento en el periodo de enero a junio de 2023. Esta tendencia positiva se atribuye en gran medida al efecto de la proveeduría, con sectores como maquinaria eléctrica y no eléctrica experimentando un crecimiento significativo. Entre los productos que engloban estos sectores se encuentran equipos de cómputo, dispositivos móviles y otros aparatos electrónicos, así como sus componentes.
Mirando hacia el futuro, el Banco de México proyecta que el proceso de reconfiguración de las cadenas de suministro que actualmente está en marcha podría tener un impacto positivo en el comercio regional en Norteamérica. Esto podría generar mayor resiliencia frente a un contexto global caracterizado por tensiones comerciales y geopolíticas persistentes. La dinámica entre Estados Unidos y China desde 2018, así como las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania desde febrero de 2022, han llevado a un proceso de reestructuración en las cadenas de suministro a nivel mundial.
El BdeM hace hincapié en la importancia de que México aproveche al máximo las oportunidades que surgen en este escenario. Para lograrlo, el país deberá centrarse en el desarrollo de infraestructura, capital humano y capacidades logísticas. Estos elementos serán fundamentales para beneficiarse de la relocalización de la producción y las ventajas que ofrece el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El banco central resalta que esta estrategia permitiría una integración económica más profunda con los socios comerciales de Norteamérica. Además de los sectores en los que México ya tiene una presencia sólida, como el automotriz, se podrían explorar nuevas áreas de colaboración. Esto no solo implicaría replicar las etapas de producción actuales, sino también adentrarse en etapas de mayor valor agregado. El resultado podría traducirse en una mayor productividad para la economía mexicana y en la generación de empleos con salarios más altos.
En resumen, el primer semestre de 2023 ha sido testigo de un logro significativo para México al consolidarse como el principal socio comercial de Estados Unidos en términos de proveeduría de bienes. Sin embargo, el Banco de México recalca que este es solo el primer paso en una relación económica que tiene un gran potencial para seguir creciendo y fortaleciéndose en los años venideros. La clave radica en la capacidad de México para adaptarse a los cambios en las cadenas de suministro globales y aprovechar al máximo las oportunidades que el T-MEC y otros factores brindan para impulsar su economía hacia adelante.