México Frente al Desafío: Cae Producción de Maíz y Aumentan Importaciones

En un año marcado por hitos agrícolas, 2023 se ha destacado por establecer un nuevo récord en la producción mundial de maíz. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la cosecha global de este vital grano ascendió a 1,235 millones 700 mil toneladas, lo que representa un notable incremento del 6.9% en comparación con las 1,155 millones 600 mil toneladas del año anterior.

Este crecimiento sin precedentes fue impulsado en gran medida por Estados Unidos, que reportó una producción de 389 millones 700 mil toneladas, un aumento del 12.4% respecto al año previo. La cosecha estadounidense, combinada con los aumentos de China, que subió su producción de 277 millones 200 mil toneladas en 2022 a 288 millones 800 mil toneladas en 2023, y el impresionante salto de Argentina, que elevó su producción de 34 millones a 55 millones de toneladas (un alza del 61%), jugaron un papel fundamental en alcanzar este hito.

Sin embargo, no todos los países productores de maíz compartieron la misma suerte. Brasil y México, dos de los cinco mayores productores mundiales, experimentaron una disminución en sus cosechas. Brasil vio reducir su producción de 137 millones a 127 millones de toneladas, una caída del 7.3%, mientras que México experimentó una disminución más pronunciada, del 9.2%, al pasar de 28 millones 80 mil toneladas a 25 millones 500 mil toneladas.

Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), atribuyó el aumento en la oferta mundial de maíz a las cosechas récord de Estados Unidos y China, así como a la recuperación significativa de Argentina y la región del mar Negro. Anaya también señaló que esta mayor oferta ha generado una tendencia bajista en los precios futuros del maíz, con una disminución del 33% en el último año, pasando de 264.2 dólares por tonelada en 2022 a 176 dólares por tonelada en 2023. Esto contrasta fuertemente con el pico de precios alcanzado en 2022 debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, importantes productores y exportadores del grano.

En México, la situación es menos alentadora

. A principios de 2023, el gobierno mexicano proyectó un aumento en la producción de maíz de aproximadamente 2 millones de toneladas. Desafortunadamente, las cifras de la USDA revelaron que no solo no se logró este objetivo, sino que la producción experimentó un retroceso significativo de más de 3 millones de toneladas.

La disminución del 9% en la cosecha de maíz de México, según Juan Carlos Anaya, tendrá un impacto directo en un incremento sustancial de las importaciones. De hecho, recientes informes de la USDA muestran que las importaciones mexicanas de maíz de Estados Unidos, entre enero y noviembre de 2023, alcanzaron 16 millones 693 mil toneladas. Esta cantidad no solo es un récord, sino que supera en un

8% las 15 millones 435 mil toneladas adquiridas durante todo el año 2022. Con apenas un mes restante para completar el año, México ya ha sobrepasado la totalidad del maíz importado de su principal socio comercial en el año anterior.

Este incremento en las importaciones refleja un panorama desafiante para la autosuficiencia alimentaria de México. A pesar de los esfuerzos del gobierno por incrementar la producción nacional, factores adversos han llevado a una dependencia mayor de las importaciones para satisfacer la demanda interna.

El contexto global de este récord de producción de maíz se ve matizado por la situación particular de México. Mientras el mundo celebra un año de abundancia en la producción de uno de los granos más importantes, México enfrenta el reto de fortalecer su sector agrícola para reducir su dependencia externa. La necesidad de políticas agrícolas más robustas y estrategias eficaces de manejo de recursos se hace más evidente ante estos contrastes.

En conclusión, el año 2023 quedará marcado como un periodo de logros significativos en la producción mundial de maíz, con Estados Unidos, China y Argentina liderando el avance. Sin embargo, para México, representa un llamado a la acción para revisar y fortalecer sus políticas agrícolas, asegurando así la sostenibilidad y seguridad alimentaria del país en el futuro.