México Exige Justicia Internacional tras Agresión en Embajada en Ecuador
El Estado mexicano, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha presentado una demanda formal ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Ecuador por violaciones al derecho internacional, tras el asalto a la embajada de México en Quito. El incidente, que resultó en la irrupción de la policía ecuatoriana en la legación diplomática y la detención del ex vicepresidente Jorge Glas, ha generado una crisis diplomática sin precedentes entre ambos países, llevando a México a romper relaciones diplomáticas el pasado 5 de abril.
La demanda interpuesta busca que Ecuador sea suspendido de la Organización de las Naciones Unidas hasta que su gobierno ofrezca una disculpa pública y repare el daño causado. Esta acción se fundamenta en el artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, que promueve la solución pacífica de controversias y respalda la decisión de México de buscar una resolución judicial.
Durante la audiencia que se celebrará en La Haya, México argumentará que la acción de Ecuador constituye una “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía mexicana”. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha emitido tarjetas informativas que detallan los motivos de la denuncia y el procedimiento que seguirán los jueces. Estos incluyen la inviolabilidad de locales diplomáticos, un principio fundamental de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El equipo legal de México, dirigido por la embajadora Carmen Moreno Toscano y el consultor jurídico Alejandro Celorio Alcántara, presentará pruebas y argumentos para sostener la demanda. Se anticipa que la CIJ trate el tema de medidas provisionales urgentes para proteger la integridad de las instalaciones diplomáticas mexicanas en el futuro.
Este litigio no solo representa un esfuerzo para salvaguardar los derechos de México bajo el derecho internacional, sino que también subraya la importancia de respetar los acuerdos y tratados internacionales que protegen las misiones diplomáticas. La resolución de esta disputa será decisiva para las relaciones internacionales en la región y podría establecer un precedente importante en la gestión de conflictos diplomáticos globales.