¡México busca romper cadenas! Reducción de dependencia en importaciones de maíz y trigo, el objetivo nacional

México, antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), solía ser autosuficiente en la producción de maíz, importando solo el 7 por ciento de sus necesidades. Sin embargo, según datos del Instituto de Política y Agricultura Comercial proporcionados por Timothy Wise, en la actualidad esa cifra se ha elevado al 38 por ciento. La situación es aún más preocupante en el caso del trigo, ya que la dependencia pasó del 18 por ciento al 66 por ciento. En resumen, México importa ahora el 48 por ciento de su consumo de cereales y oleaginosas, mientras que solo produce el 52 por ciento restante.

La competencia desleal y los bajos precios provenientes de Estados Unidos han mermado considerablemente la producción nacional de México desde la entrada en vigor del TLCAN. En 16 de los 28 años transcurridos desde la implementación del tratado, Estados Unidos ha exportado maíz, soya, trigo, arroz y algodón a precios entre un 5 y un 40 por ciento por debajo de sus costos de producción. Esta situación ha agravado la dependencia del país en relación con las importaciones.

Entre 2014 y 2020, el dumping estadounidense en maíz y trigo tuvo un costo para los campesinos mexicanos estimado en alrededor de 6 mil millones de dólares. Los agricultores mexicanos no obtienen por sus cosechas los costos de producción, a diferencia de sus contrapartes estadounidenses, quienes reciben altos subsidios para compensar sus pérdidas. En el caso del maíz, las exportaciones provenientes de Estados Unidos ingresaron con un margen de dumping del 10 por ciento, mientras que para el trigo dicho margen fue del 27 por ciento.

Timothy Wise explicó: “Los productores mexicanos de maíz perdieron 3 mil 800 millones de dólares en valor de sus cosechas, y los de trigo 2 mil 100 millones de dólares en ese periodo debido a las importaciones”.

En una entrevista, Wise detalló que en Estados Unidos se produce con bajos costos de producción, los agricultores reciben precios reducidos y dependen de los subsidios del gobierno para compensar las diferencias. Desde la entrada en vigor del TLCAN en 1994, las importaciones provenientes de México han experimentado un aumento significativo.

Aunque se espera que los esfuerzos actuales de la administración mexicana para estimular la producción nacional reduzcan la dependencia de las importaciones, Wise señala que hasta 2022 hay pocas pruebas que demuestren un aumento significativo en la producción a nivel nacional.

En parte, esto se debe a las prácticas de dumping estadounidense durante los dos primeros años de la administración, ya que las importaciones baratas y los precios bajos han reducido los incentivos para que los agricultores mexicanos aumenten su producción.

El experto recalca que la situación es preocupante, ya que la dependencia de México en las importaciones de maíz y trigo no solo tiene un impacto económico negativo, sino también afecta la seguridad alimentaria del país. El hecho de depender en gran medida de la producción extranjera de estos cereales y oleaginosas implica un riesgo ante posibles fluctuaciones en los mercados internacionales y la disponibilidad de los productos.

Ante esta problemática, es crucial implementar políticas y medidas que impulsen la producción nacional y reduzcan la dependencia en las importaciones. Sin embargo, hasta el momento, los resultados han sido limitados. A pesar de los esfuerzos de la administración actual, no se han observado aumentos significativos en la producción de maíz y trigo a nivel nacional.

Es importante destacar que la competencia desleal generada por los bajos precios y el dumping estadounidense han obstaculizado los incentivos para que los agricultores mexicanos incrementen su producción. Mientras que los agricultores estadounidenses reciben altos subsidios para compensar las pérdidas, los productores mexicanos se ven afectados al no poder obtener los costos de producción por sus cosechas.

La situación se agrava aún más al considerar el impacto económico que esto ha tenido en los agricultores mexicanos. Según las estimaciones de Wise, durante el período de 2014 a 2020, los campesinos mexicanos sufrieron pérdidas por un valor aproximado de 6 mil millones de dólares debido al dumping estadounidense en maíz y trigo. Estas cifras reflejan el impacto significativo que la competencia desleal ha tenido en el sector agrícola mexicano.

La dependencia en las importaciones de maíz y trigo también plantea desafíos en términos de seguridad alimentaria. Si México continúa dependiendo en gran medida de la producción extranjera de estos alimentos básicos, se expone a posibles interrupciones en el suministro y a volatilidades en los precios internacionales. Esto podría tener repercusiones negativas para la población, especialmente para los sectores más vulnerables de la sociedad.

En conclusión, la dependencia de México en las importaciones de maíz y trigo ha aumentado significativamente desde la implementación del TLCAN. El dumping estadounidense, caracterizado por precios por debajo de los costos de producción, ha afectado gravemente la producción nacional y ha generado pérdidas millonarias para los agricultores mexicanos. Reducir esta dependencia y fortalecer la producción nacional son desafíos importantes que requieren de políticas y medidas efectivas. Garantizar la seguridad alimentaria del país y proteger los intereses de los agricultores mexicanos son aspectos cruciales a tener en cuenta en la búsqueda de soluciones a esta problemática.