¡México Brillando en el Escenario Global: Crecimiento Económico Impulsado por Inversión y Mercado Interno!
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha revisado al alza sus proyecciones de crecimiento para México en el presente año, señalando que el país “está teniendo resultados mejores de los esperados”. De acuerdo con el organismo regional de las Naciones Unidas, se espera que la actividad económica de México crezca un 2.9 por ciento, en contraste con la estimación anterior de 1.5 por ciento realizada hace cinco meses.
Esta mejora en las perspectivas económicas se atribuye, en gran medida, al crecimiento inesperadamente sólido de Estados Unidos, impulsado por el aumento del consumo interno y la llegada de inversiones extranjeras debido al proceso de relocalización de cadenas de suministro a nivel global. Así lo explicó Daniel Titelman, director de la división de Desarrollo Económico de la Cepal.
A pesar de esta revisión al alza en las proyecciones de crecimiento para el presente año, que ahora se encuentra en línea con las previsiones de otros organismos internacionales y lo establecido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público desde la presentación del paquete económico para el año 2023, la Cepal anticipa que el próximo año, último de la actual administración, la economía mexicana experimentará una desaceleración, con un crecimiento estimado del 1.8 por ciento.
Daniel Titelman, director de la división de Desarrollo Económico de la Cepal, destacó que México cuenta con una serie de fortalezas que, si se gestionan adecuadamente, pueden contribuir a mantener un crecimiento económico constante. Entre estas fortalezas se incluye un mercado laboral dinámico, con tasas de desempleo cercanas al mínimo histórico, un crecimiento real en la masa salarial y la solidez del consumo interno.
El funcionario de la Cepal también resaltó el crecimiento económico experimentado en los últimos dos años, el dinamismo registrado en las exportaciones y las numerosas oportunidades para aprovechar el nearshoring, es decir, la estrategia de acercar la producción al mercado de consumo, debido a la proximidad con Estados Unidos. México puede utilizar su base industrial de alta complejidad para capitalizar esta tendencia.
No obstante, a pesar de estas fortalezas, la segunda economía más grande de América Latina enfrenta desafíos significativos. Uno de los principales problemas es la informalidad laboral, que afecta a más de la mitad de la población ocupada del país. Además, México enfrenta un problema de recaudación fiscal insuficiente en comparación con la necesidad de financiar inversiones públicas que atraigan inversión privada.
Esta realidad plantea interrogantes sobre cómo aprovechar al máximo el potencial económico de México y cómo abordar los desafíos persistentes que obstaculizan un crecimiento sostenido. El análisis de estas cuestiones es esencial para entender el panorama económico actual del país y trazar un rumbo hacia el futuro.
El papel de Estados Unidos en el crecimiento mexicano
La revisión al alza de las previsiones de crecimiento para México por parte de la Cepal se basa en parte en el desempeño económico de su vecino del norte, Estados Unidos. La economía estadounidense ha experimentado un crecimiento más robusto de lo esperado, impulsado por varios factores clave.
En primer lugar, el consumo interno en Estados Unidos ha aumentado significativamente. La confianza del consumidor se ha fortalecido, impulsando la demanda de bienes y servicios. Además, los programas de estímulo económico implementados durante la pandemia de COVID-19 han proporcionado apoyo financiero a los hogares, lo que ha contribuido a mantener el gasto del consumidor en niveles elevados.
En segundo lugar, se ha producido un fenómeno de relocalización de cadenas de suministro a nivel global. Las empresas estadounidenses, en un esfuerzo por reducir su dependencia de suministradores extranjeros, están trayendo parte de su producción de vuelta al país o buscando proveedores más cercanos geográficamente. Esto ha impulsado la inversión extranjera directa en México, ya que el país se beneficia de su proximidad a Estados Unidos y de su infraestructura industrial avanzada.
La relocalización de las cadenas de suministro ha generado nuevas oportunidades para México en términos de empleo y crecimiento económico. El país cuenta con una base industrial sólida y una mano de obra calificada que lo posicionan favorablemente para atraer inversiones en sectores clave.
Fortalezas y desafíos de México
Para comprender mejor el contexto en el que México se encuentra, es esencial analizar sus fortalezas y desafíos económicos actuales.
Fortalezas:
- Mercado laboral dinámico: México ha mantenido tasas de desempleo cercanas a mínimos históricos, lo que indica un mercado laboral activo y en crecimiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la informalidad laboral también es una característica importante del mercado laboral mexicano, lo que plantea desafíos en términos de seguridad social y protección laboral.
- Crecimiento real de la masa salarial: El crecimiento de los salarios reales es un indicador positivo para la economía, ya que impulsa el poder adquisitivo de los trabajadores y fomenta el consumo interno.
- Fortaleza del consumo: El consumo interno en México se mantiene robusto, respaldado por una creciente clase media y una población joven que busca productos y servicios de calidad. Esto ofrece oportunidades para las empresas nacionales e internacionales que desean expandirse en el mercado mexicano.
- Crecimiento económico reciente: México ha experimentado un crecimiento económico en los últimos dos años, lo que indica un impulso positivo en su actividad económica.
- Dinamismo en las exportaciones: Las exportaciones mexicanas han tenido un rendimiento favorable, lo que contribuye al crecimiento económico del país. La ubicación estratégica de México lo convierte en un socio comercial atractivo para Estados Unidos y otros países.
- Oportunidades en nearshoring: La estrategia de nearshoring, que implica acercar la producción al mercado de consumo, ofrece perspectivas prometedoras para México debido a su proximidad a Estados Unidos. Esto permite a las empresas aprovechar la base industrial de alta complejidad que ya existe en el país y atender de manera eficiente la creciente demanda del mercado estadounidense.
Desafíos:
- Informalidad laboral: A pesar de las tasas de desempleo cercanas al mínimo histórico, México enfrenta un alto grado de informalidad laboral. Esto significa que un gran porcentaje de la población ocupada trabaja en empleos que carecen de seguridad social y beneficios laborales adecuados. Abordar este problema es fundamental para garantizar una mayor estabilidad económica y social.
- Recaudación fiscal insuficiente: México enfrenta un desafío persistente en términos de recaudación fiscal. La capacidad del gobierno para financiar inversiones públicas que atraigan inversión privada está limitada por la falta de recursos fiscales. La mejora en la eficiencia de la recaudación y la lucha contra la evasión fiscal son áreas clave que requieren atención.
- Desigualdad económica: A pesar del crecimiento económico, México sigue siendo un país con niveles significativos de desigualdad. La brecha entre los ingresos de las personas más ricas y las más pobres es amplia, lo que plantea desafíos en términos de equidad y acceso a oportunidades.
- Seguridad y Estado de Derecho: La seguridad y el Estado de Derecho son factores críticos para el crecimiento sostenible. La persistencia de la violencia y la inseguridad en algunas regiones del país pueden disuadir la inversión y socavar la estabilidad económica.
- Dependencia de Estados Unidos: Aunque la proximidad a Estados Unidos ofrece oportunidades comerciales significativas, también expone a México a la volatilidad económica de su vecino del norte. Cambios en las políticas comerciales o económicas de Estados Unidos pueden tener un impacto directo en la economía mexicana, lo que destaca la importancia de diversificar las relaciones comerciales.
- Sostenibilidad ambiental: La preocupación por la sostenibilidad ambiental es un tema creciente en todo el mundo. México se enfrenta al desafío de equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y la adopción de prácticas más sostenibles en sectores clave como la energía y la agricultura.
Perspectivas para el futuro
El aumento en las proyecciones de crecimiento para México es una señal positiva y refleja la resiliencia de la economía frente a los desafíos económicos y la incertidumbre global. Sin embargo, el país debe abordar sus desafíos estructurales para asegurar un crecimiento sostenible y equitativo en el futuro.
Una estrategia clave para México es continuar aprovechando las oportunidades derivadas de su proximidad a Estados Unidos y la estrategia de nearshoring. Esto implica fomentar la inversión en sectores de alta tecnología y promover la innovación, lo que puede impulsar la creación de empleo de calidad y el crecimiento económico a largo plazo.
Además, México debe centrarse en la mejora de la educación y la capacitación de su fuerza laboral para garantizar que esté preparada para las demandas de una economía cada vez más globalizada y tecnológica. La inversión en infraestructura y logística también es esencial para facilitar el comercio y la inversión extranjera.
En cuanto a la informalidad laboral y la recaudación fiscal, México puede avanzar en la formalización de la economía a través de políticas que promuevan la seguridad social y laboral, al tiempo que mejora la eficiencia en la recaudación de impuestos. Estos esfuerzos pueden contribuir a reducir la desigualdad y fortalecer la capacidad del gobierno para financiar proyectos de desarrollo.
La seguridad y el Estado de Derecho deben ser prioritarios para garantizar un entorno propicio para la inversión y el crecimiento económico. Esto implica medidas para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley.
En cuanto a la sostenibilidad ambiental, México puede avanzar hacia una economía más verde mediante la promoción de energías renovables, la conservación de recursos naturales y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles. Estas acciones no solo son beneficiosas para el medio ambiente, sino que también pueden abrir oportunidades en sectores emergentes de la economía global.
En resumen, México se encuentra en una posición favorable para aprovechar las oportunidades económicas que se presentan, impulsadas por el crecimiento de Estados Unidos y la estrategia de nearshoring. Sin embargo, para garantizar un crecimiento sostenible y equitativo, el país debe abordar sus desafíos estructurales, incluida la informalidad laboral, la recaudación fiscal insuficiente y la desigualdad económica. Con la implementación de políticas adecuadas y un enfoque en la innovación y la educación, México puede consolidar su posición como una de las economías líderes de América Latina.