México alcanza su menor nivel de desigualdad en 40 años: crecimiento con justicia social

Ciudad de México.– Con datos que confirman un avance histórico en la lucha contra la desigualdad, México cerró 2024 con la mejor distribución del ingreso desde que se tiene registro, gracias a una combinación efectiva de programas sociales y fortalecimiento del empleo. Así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2024, que destaca los frutos de una política económica centrada en el bienestar de la mayoría.

El ingreso promedio de los hogares mexicanos alcanzó 77 mil 864 pesos trimestrales —equivalente a 25 mil 955 pesos mensuales—, lo que representa un aumento del 15.66 por ciento respecto a 2018 y un notable 22.8 por ciento comparado con 2020, año en que el país enfrentó los efectos más duros de la pandemia. Estas cifras reflejan una recuperación sostenida que ha sido distribuida de forma más equitativa, especialmente en favor de los sectores históricamente más desfavorecidos.

Uno de los indicadores clave, el coeficiente de Gini, alcanzó en 2024 su nivel más bajo desde que existen registros: 0.391. Este valor representa una caída significativa frente al 0.426 de 2018 y al 0.402 de 2022, lo que confirma una tendencia clara de reducción en la desigualdad de ingresos. Al inicio del siglo, el coeficiente se situaba en 0.481, y en 1996, tras la crisis del peso, llegó a ser de 0.540.

El informe del Inegi demuestra que los hogares con menores ingresos fueron los más beneficiados en este sexenio. El decil uno (10% más pobre) aumentó sus ingresos en 35.89 por ciento entre 2018 y 2024, mientras que el decil diez (10% más rico) lo hizo en 4.16 por ciento. Este resultado reafirma el impacto positivo de las transferencias sociales y de la mejora en las remuneraciones laborales, motores fundamentales de la política económica nacional.

Actualmente, el 67.7 por ciento del ingreso familiar proviene del trabajo, mientras que 17.7 por ciento proviene de transferencias, como programas sociales y remesas. Esta combinación ha permitido un avance importante en la justicia económica sin dejar de fortalecer el mercado laboral.

Las entidades con mayores ingresos por hogar fueron Nuevo León (117 mil pesos trimestrales), Ciudad de México (111 mil) y Baja California Sur (105 mil), reflejando una diversificación del desarrollo económico. Por otro lado, Chiapas, Guerrero y Oaxaca aún enfrentan retos, aunque también han sido los principales receptores de apoyos gubernamentales.

El ingreso laboral aumentó 13.8 por ciento entre 2016 y 2024, mientras que el proveniente de programas gubernamentales creció un impresionante 101 por ciento, mostrando la efectividad de las políticas de redistribución aplicadas durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y continuadas por la presidenta Claudia Sheinbaum.

México avanza con paso firme hacia una economía más equitativa, con resultados tangibles que se reflejan en los bolsillos de millones de familias. La combinación de crecimiento económico, justicia social y gobernanza responsable marca el camino de una transformación profunda que ya se vive en los hogares de todo el país.