Mejoras laborales elevarán 25% los costos para las empresas: IMCP
En un escenario que podría generar profundas repercusiones en el sector empresarial y en la economía nacional en general, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) ha advertido que la eventual aprobación de cuatro iniciativas vinculadas al ámbito laboral podría llevar a un incremento sustancial de entre el 20 y el 25 por ciento en los costos laborales de las empresas. José Manuel Etchegaray Morales, presidente de la Comisión Representativa ante Organismos de Seguridad Social del IMCP, ha subrayado la posible consecuencia de estas medidas, señalando además que existe la posibilidad de que este aumento de costos desencadene un aumento en los niveles de inflación en el país.
Entre las propuestas que se encuentran en la mesa y que, en caso de ser aprobadas, podrían impactar de manera significativa en el tejido empresarial, se encuentra la iniciativa de duplicar el pago de aguinaldo de 15 a 30 días. Esta propuesta busca proporcionar un mayor alivio financiero a los trabajadores durante la temporada navideña, pero a la vez pondría una carga adicional en las finanzas de las empresas, ya que tendrían que destinar un monto considerablemente mayor para cumplir con esta nueva obligación.
Otro aspecto relevante de estas iniciativas es la propuesta de ampliar la prima de antigüedad de 12 a 15 días por cada año trabajado. Aunque esto podría ser considerado como un incentivo para la retención de empleados a largo plazo y un reconocimiento a su lealtad, no se puede ignorar el impacto financiero que tendría en las empresas, particularmente en aquellas con una plantilla laboral numerosa y con empleados con varios años de servicio acumulados.
Uno de los cambios más llamativos que se propone es la reducción del requisito de años trabajados para ser elegible para la prima de antigüedad, pasando de 15 a 12 años. Esta modificación podría parecer un beneficio para los trabajadores que buscan obtener esta prestación antes en su vida laboral, pero nuevamente, el efecto en los costos laborales para las empresas sería evidente, ya que se tendrían que hacer cargo de un mayor número de trabajadores elegibles para esta prima en un periodo de tiempo más corto.
Además de las propuestas directamente relacionadas con los beneficios laborales, las iniciativas también abarcan los días de descanso obligatorio. Se busca establecer como días de descanso obligatorio el Jueves y Viernes Santos, así como el 2 de noviembre y el 12 de diciembre. Aunque estos días podrían tener un significado cultural y religioso importante, su imposición como días de descanso obligatorio tendría un impacto en la operación regular de muchas empresas, lo que podría llevar a una disminución en la productividad y, por ende, afectar aún más sus costos.
En este contexto de cambios propuestos, también se plantea la reducción en el número de días y horas trabajadas. Si bien esta medida podría parecer una forma de promover un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal, es fundamental considerar cómo afectaría a la producción y eficiencia de las empresas, especialmente aquellas que operan en sectores donde la demanda es constante y en los que cada hora de trabajo cuenta.
Los representantes empresariales han expresado su preocupación ante estas iniciativas, argumentando que el incremento sustancial en los costos laborales podría llevar a un aumento en el desempleo y en la precarización del trabajo. Además, han enfatizado que las empresas ya enfrentan diversos desafíos económicos y regulatorios, y estas medidas podrían añadir una presión adicional que dificultaría su capacidad de recuperación y crecimiento.
El IMCP, por su parte, ha resaltado la importancia de considerar el impacto integral de estas propuestas en el tejido empresarial y en la economía en general. Si bien es esencial asegurar condiciones laborales justas y adecuadas para los trabajadores, también es fundamental encontrar un equilibrio que no comprometa la salud financiera de las empresas ni deteriore la estabilidad económica del país.
En conclusión, las propuestas de mejora laboral que actualmente se están debatiendo podrían tener un impacto significativo en los costos laborales de las empresas mexicanas, con un potencial aumento de entre el 20 y el 25 por ciento. Si bien estas iniciativas buscan proporcionar un mayor bienestar a los trabajadores y reconocer su labor, es crucial sopesar cuidadosamente las implicaciones económicas y financieras que podrían surgir. El equilibrio entre los intereses de los trabajadores y las necesidades de las empresas es un desafío complejo que requerirá un análisis minucioso y un enfoque colaborativo para lograr una solución que beneficie a todas las partes involucradas sin poner en riesgo la estabilidad económica del país.