Llamado urgente a la paz: la Iglesia Católica exhorta a la sociedad y al gobierno a una estrategia conjunta

En el marco de la Jornada Nacional por la Paz, organizada por la Iglesia Católica en México, se renovó el llamado a las autoridades y a la sociedad a unirse en un esfuerzo colectivo y estratégico para enfrentar la violencia y promover la paz en el país. La Arquidiócesis Primada de México, a través de su editorial en el semanario Desde la Fe, enfatizó la necesidad de una paz que no solo sea inmediata, sino también profunda y duradera, basada en la reconstrucción del tejido social y la recuperación de la dignidad humana, principios que, afirman, hoy parecen olvidados en muchos sectores del país.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada se vivió en la Basílica de Guadalupe, donde se colocó una fotografía del padre Pérez, asesinado en Chiapas el pasado 20 de octubre, como símbolo de la creciente violencia que ha azotado a esta región del sureste mexicano. Durante la homilía, el obispo auxiliar Salvador González Morales hizo un llamado a recordar a las víctimas de la violencia y a resistir el odio. En sus palabras, “la única forma de curar esas enfermedades es dejándonos tocar por el amor de Dios”, recordando así que el camino hacia la paz debe ser inspirado y sostenido por valores profundos y colectivos.

La Jornada por la Paz incluyó diversas actividades en toda la República, entre ellas peregrinaciones, toques de campana, jornadas de oración, horas santas y foros de reflexión. Estos espacios fueron diseñados para promover el diálogo y la escucha activa entre comunidades, además de ser una manifestación simbólica para expresar el deseo común de paz y justicia en México. La Iglesia hizo un llamado especial a los líderes comunitarios y autoridades para que se sumen a estos esfuerzos de reconciliación y acompañen a las comunidades que se encuentran en contextos de división y conflicto.

En su editorial, la Arquidiócesis también reconoció la labor de aquellos pastores y agentes de pastoral que, en medio de situaciones complejas, se han dedicado a construir puentes de diálogo y a defender la dignidad humana en cada lugar donde es amenazada. Estos líderes religiosos, afirma la Iglesia, son fundamentales para promover la reconciliación y para dar voz a quienes han sido silenciados o viven con miedo en zonas afectadas por la violencia.

La Iglesia Católica subraya que la situación actual en estados como Chiapas ha dejado huellas profundas en la sociedad, y que hechos trágicos, como el asesinato del padre Pérez en San Cristóbal de las Casas, evidencian la urgencia de una respuesta que abarque tanto el ámbito espiritual como el social. La comunidad católica reitera que esta crisis de violencia demanda soluciones más integrales y colaborativas, que involucren tanto a las instituciones de gobierno como a la sociedad civil, en un trabajo de unidad y esperanza.

A través de estas acciones, los obispos de México han reafirmado su compromiso de acompañar y consolar a las comunidades afectadas, elevando oraciones y promoviendo una cultura de paz que, consideran, es el camino necesario para superar los momentos difíciles y construir un México más seguro y justo para todos.