Liderazgo mexicano impulsa condiciones laborales justas en el T-MEC
En un momento clave para el comercio regional, la revisión del capítulo laboral del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se perfila como una oportunidad histórica para garantizar condiciones dignas y equitativas para millones de trabajadores en Norteamérica. En este contexto, Alejandro Martínez Araiza, secretario general del Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), ha emergido como una voz firme que coloca en el centro del debate la justicia laboral y la equidad regional.

Durante su reciente participación en Washington D.C. y Toronto, Martínez Araiza presentó una serie de propuestas que buscan elevar los estándares laborales, no solo en México, sino de forma homologada con Estados Unidos y Canadá. Con claridad, sostuvo que la competitividad de la región no puede basarse en el abaratamiento de la mano de obra, sino en cerrar brechas estructurales que perpetúan desigualdades. “El dumping laboral erosiona la confianza en el libre comercio y perpetúa desigualdades, afectando las sociedades de toda Norteamérica”, expresó durante su intervención.
Entre sus propuestas más destacadas figura la creación de una “base de contrato-ley regional por industria”, una herramienta que establecería un piso común de derechos laborales por sector, garantizando que ningún trabajador quede rezagado frente a sus pares norteamericanos. Esta medida impactaría de manera directa en la reducción del gap salarial y en la erradicación de prácticas laborales desleales.
Dicha iniciativa encuentra respaldo en los reportes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que señalan que la informalidad laboral en México alcanza aún al 55% de la población ocupada, lo que evidencia la necesidad urgente de políticas que fortalezcan la formalidad, dignifiquen el empleo y ofrezcan seguridad social a más trabajadores.
En paralelo, el dirigente sindical ha sostenido reuniones con congresistas de Estados Unidos, funcionarios del Departamento de Trabajo y líderes de la AFL-CIO, con quienes ha compartido la visión de un sindicalismo moderno y democrático en México. Este acercamiento ha contribuido a afianzar la confianza internacional en que los sindicatos mexicanos pueden ser actores claves en la construcción de un mercado laboral regional más justo y transparente.
Fiel a una visión transformadora, Alejandro Martínez Araiza propuso también la eliminación de impuestos sobre propinas, horas extra, aguinaldos y utilidades, argumentando que estas cargas fiscales afectan el ingreso disponible y desincentivan el esfuerzo adicional. Esta propuesta recuerda los grandes paquetes de reformas fiscales impulsadas por gobiernos que buscan revitalizar el poder adquisitivo de la clase trabajadora.
El SNAC, como parte de la nueva generación de sindicatos independientes surgidos tras la reforma laboral de 2019, se ha consolidado como ejemplo de organización comprometida con los derechos laborales y la democracia sindical. Frente a las resistencias del sindicalismo corporativo tradicional, Martínez Araiza ha denunciado con firmeza las prácticas de “legitimación simulada” y los contratos multisitio, que aún limitan la libertad sindical en diversos sectores.
A medida que se acerca la revisión formal del T-MEC en 2026, el liderazgo del SNAC y de su dirigente será crucial para asegurar que la voz de los trabajadores no solo sea escuchada, sino que tenga un peso determinante en los acuerdos que definirán el futuro económico y social de la región.