León XIV inicia pontificado con mensaje de unidad y fidelidad a la herencia cristiana

Ciudad del Vaticano.– En un emotivo y multitudinario acto celebrado este domingo en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV inició oficialmente su pontificado con un firme llamado a la unidad entre los más de mil 400 millones de fieles católicos en el mundo. El nuevo pontífice, de 69 años, oriundo de Chicago y con ciudadanía peruana, fue investido como el 267º sucesor de San Pedro, en una ceremonia que combinó simbolismo litúrgico, esperanza renovada y presencia de líderes mundiales.

En un primer recorrido en papamóvil entre una multitud que superó los 200 mil asistentes, León XIV fue aclamado con gritos de “¡Viva el papa!” y “¡Papa Leone!”, evidenciando el entusiasmo con el que los fieles de todo el mundo recibieron al nuevo líder de la Iglesia católica. Las banderas de Estados Unidos y Perú ondeaban entre la multitud, países que lo reclaman con orgullo como el primer papa con raíces propias.

Durante su homilía, pronunciada en un italiano fluido, el Santo Padre delineó las prioridades que marcarán su pontificado: continuar con la labor social de su predecesor Francisco, con énfasis en la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente, al tiempo que tendió la mano a los sectores conservadores, asegurando que gobernará sin autoritarismo y con profundo respeto al rico patrimonio de la fe cristiana.

“Nunca se trata de captar a los demás por la fuerza o por propaganda religiosa, sino de amar, como lo hizo Jesús”, expresó León XIV, en una referencia directa al llamado a la reconciliación entre conservadores y progresistas dentro de la Iglesia. Utilizó en siete ocasiones la palabra “unidad” y reiteró su rechazo al gobierno autocrático, en un claro mensaje de inclusión y diálogo.

El pontífice hizo un emotivo llamado por la paz en el mundo, destacando particularmente los conflictos en Ucrania y Gaza. Describió a Ucrania como una nación “martirizada” y solicitó una “paz justa y duradera”, mientras denunció la grave crisis humanitaria en Gaza, afirmando que su población “está siendo reducida a la inanición”.

El evento contó con la presencia de dignatarios internacionales, entre ellos el vicepresidente de Estados Unidos J.D. Vance, el presidente de Ucrania Volodymir Zelensky, y los mandatarios de Israel, Perú y Nigeria, así como los primeros ministros de Italia, Canadá y Australia. También asistieron figuras como el canciller alemán Friedrich Merz y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen.

León XIV recibió dos de los símbolos más importantes del papado: el palio, que representa su rol de pastor universal, y el anillo del pescador, emblema de su autoridad espiritual heredada de San Pedro. Al final de la misa, el Papa abrazó emotivamente a su hermano Louis, llegado desde Florida, en una muestra de la calidez y cercanía que caracterizan su estilo pastoral.

Consciente de los retos internos que enfrenta la Iglesia y los desafíos globales, León XIV asume el pontificado con la determinación de guiar a la Iglesia por el camino del entendimiento, el amor al prójimo y la defensa de los más vulnerables, fiel al legado de Francisco, pero con voz propia y un firme compromiso con la armonía eclesial.