La transformación salarial en México: avances y retos en un mercado laboral desigual

El panorama salarial en México refleja una transformación significativa, aunque persisten marcadas desigualdades en diversos sectores y niveles laborales. Especialistas como Francisco Martínez, director general de The Adecco Group México, destacan que la capacitación limitada y la falta de inversión histórica en niveles operativos y técnicos mantienen a una gran parte de la población trabajadora en ingresos bajos, mientras que los profesionales con educación avanzada disfrutan de salarios competitivos.

Un salario mínimo en constante mejora

Entre 2018 y 2024, México ha experimentado un incremento real del 116% en el salario mínimo, superando la inflación y marcando un crecimiento anual promedio del 12.9%. Esto ha permitido a millones de trabajadores mejorar sus ingresos, aunque aún hay sectores que enfrentan desafíos. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), cerca de 22.3 millones de personas ganan hasta un salario mínimo, equivalente a 7,468 pesos mensuales en 2024.

Este avance en el salario mínimo ha sido acompañado por un aumento del 64.7% en el salario medio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mostrando un esfuerzo por fortalecer los ingresos en el sector formal.

Diferencias salariales por sectores y roles

La estructura salarial sigue estando condicionada por el nivel educativo, la experiencia y la responsabilidad. En el sector operativo, un ayudante general percibe un promedio de 8,765 pesos mensuales, mientras un técnico de mantenimiento alcanza los 16,682 pesos. En contraste, profesiones universitarias como ingenieros de sistemas tienen ingresos de 20,476 pesos, y roles directivos como gerentes de marketing llegan a 92,899 pesos.

Por su parte, el sector extractivo y de electricidad lidera los ingresos promedio con 10,612 pesos mensuales, seguido del gobierno con 9,272 pesos. En el otro extremo, sectores como el comercio (6,521 pesos) y la agricultura (3,551 pesos) concentran a los trabajadores con las remuneraciones más bajas.

La brecha de género: una deuda pendiente

Las mujeres enfrentan mayores barreras salariales y laborales. Según datos de la ENOE, al tercer trimestre de 2024, el ingreso promedio formal para las mujeres es de 12,548 pesos mensuales, mientras que para los hombres asciende a 14,324 pesos. En el sector informal, la brecha es aún más alarmante: 5,905 pesos para las mujeres contra 7,750 pesos para los hombres.

Además, el 41.4% de las mujeres trabajan en la informalidad, muchas de ellas en empleos con mayor flexibilidad, pero sin acceso a seguridad social ni estabilidad económica, lo que perpetúa su vulnerabilidad.

Hacia un mercado laboral más equitativo

El gobierno, universidades y empresas deben colaborar para cerrar las brechas salariales y fomentar la movilidad laboral, asegura Martínez. Políticas públicas que incentiven la capacitación, subsidios educativos y beneficios fiscales para empresas que inviertan en su personal pueden ser clave para un entorno más justo.

La meta para 2030 es alcanzar un salario mínimo de 11,324 pesos mensuales, una medida que, junto con la adopción de esquemas de teletrabajo híbridos y compensaciones adicionales, promete mejorar las condiciones de los trabajadores.

Aunque los avances en salarios mínimos y el fortalecimiento del sector formal son prometedores, la desigualdad salarial sigue siendo un desafío crucial. México tiene la oportunidad de consolidar un mercado laboral más inclusivo que garantice ingresos dignos para toda su población.