La oposición con más candidatos que votos

A partir de que al presidente López Obrador se le ocurrió la nominación de candidatos potenciales para la presidencia de la República en el 2024, comenzaron a destaparse más de una decena de personajes que tradicionalmente han militado en el PRI, el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano. Aunque la mayoría de ellos están en la lista, cada semana se incluye por lo menos uno que no había confirmado antes su deseo de ser presidente de México, en busca de la materialización de un sueño largamente acariciado, desde que algún maestro de primaria o un familiar les mencionó que estaban destinados a serlo y que algún día lo lograrían.

Si en su proliferación de precandidatos aplican su capacidad de multiplicación, como sucedió con los participantes imaginarios de su marcha en defensa del INE, que pasó de haber reunido alrededor de 50 mil personas en el Ángel, a contabilizar 4 millones 5 días después, van a terminar en 2023 con más candidatos que votos.

Mientras, la izquierda comienza a depurar su baraja de aspirantes con la mayoría de las preferencias electorales concentradas en 3 de ellos y con casi la totalidad de los simpatizantes decantándose por cuando mucho 5 personajes, la derecha crece y crece en apuntados.

El fin de semana pasado en un evento de la ultraderecha celebrado en la ciudad de México, destaparon a un actor de Televisa, sobrino “El Truko”, candidato perdedor a la gubernatura de Tamaulipas por el PAN, que también es muy amigo de Peña Nieto y se benefició de viajes en el avión presidencial en los que se agasajaba con champaña, quien además fue llevado por la entonces pareja presidencial ante el papa para recibir su bendición, todo por supuesto a cargo del erario, pagado con nuestro dinero. Pues bien, el destapado en cuestrión, dio un discurso donde calificó al PAN como un partido de derecha “descafeinada”, que no representa a la verdadera corriente ultra de esa tendencia. Con éstas brillantes palabras, los panistas lo consideraron suficientemente apto para gobernar el país.

Pero también vimos destaparse a Aureoles del PRD, quien seguramente en 2014 estará sujeto a más de un proceso penal por ladrón, calificándose a sí mismo como el aspirante que cuenta con los mejores atributos para ganarle las elecciones a las “corcholatas” de la izquierda, en un acto de egolatría descontrolada, digna de Nerón, el emperador romano que quemó Roma para divertirse.

Otro personaje de historieta absurda es Cabeza de Vaca, quien agazapado desde alguna alcantarilla en el extranjero se autoproclama precandidato del PAN a la presidencia, mientras se desarrolla un proceso penal en su contra, que casi con toda seguridad terminará colocandolo con toda su inmndicia en la cárcel. Este ex gobernador debe pensar que si un criminal como Calderón gobernó el país, por qué él no podría.

Sin duda la desorientación de la derecha, su carencia de ideales, principios y rumbo, permite que casi cualquier incongruente resulte parecer el candidato idóneo para competir en las futuras elecciones presidenciales. Mientras más incoherentes, extremistas, clasistas y fascistas sean sus discursos, más oportunidad tienen y si además son capaces de proferir los mayores insultos hacia el presidente, su familia, sus colaboradores o sus simpatizantes, el candidato será aplaudido y replicado en redes sociales, convirtiéndose en el mejor calificado para reconstruir el país que crearon durante 40 años, para satisfacer su voracidad y su estupidez.

Bien haría la derecha en llevar a cabo un acto de congruencia y de una vez por todas, sin andarse por las ramas, nominar al junior Claudio X González como su candidato de unidad, siendo el que mejor interpreta sus intereses y el modelo de saqueo que tanto extrañan, que probablemente también sea el ideal para representar a todos los partidos de oposición.

Como dice el psicólogo argentino Walter Riso: “Hay gente que funciona como una escopeta de perdigones: piensa una cosa, siente otra y sus actos se dispersan sin dirección”.

Fuente: Sin Línea