La Marina Eleva la Seguridad: Nuevo Capítulo en el Aeropuerto Capitalino
En un movimiento sin precedentes, el gobierno federal ha anunciado oficialmente que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) serán traspasados al control del sector Marina. Bajo el argumento de “seguridad nacional”, este traspaso se concretará en el próximo mes de octubre, marcando un hito en la gestión aeroportuaria del país.
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), que ha visto disminuir su influencia frente a las dependencias militares en varias ocasiones, ha dado a conocer este trascendental acuerdo. En el comunicado emitido por la SICT, se subraya que en años anteriores ha habido una negligencia sistémica en las terminales aeroportuarias, lo que ha llevado a deficiencias en el servicio y al uso ineficiente de áreas y equipamiento. Esta situación ha generado preocupación en torno a la seguridad de la aviación civil y del transporte aéreo.
El documento también señala que, a pesar de contar con sistemas de monitoreo de amenazas y riesgos en la operación, los reportes relacionados no eran atendidos con la celeridad necesaria. Esto ha llevado a una falta de seguridad en las operaciones aéreas y al incumplimiento de las normativas pertinentes en la materia. Jorge Nuño Lara, titular de la SICT, ha rubricado este informe, que también lleva las firmas del presidente Andrés Manuel López Obrador y del secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán.
La justificación del traspaso se basa en las atribuciones en materia de seguridad interior que ostenta la Secretaría de Marina. De acuerdo con el comunicado, la misión de esta dependencia es proteger la soberanía nacional y garantizar la seguridad interna del país. Como parte de esta misión, la Marina contribuirá en las labores de vigilancia, inspección, apoyo y control en el recinto aeroportuario. Esto no solo tiene como objetivo neutralizar el tráfico de armas, drogas, divisas y mercancía ilegal, sino también prevenir el tráfico de personas.
El acuerdo, que ha sido publicado en el Diario Oficial de la Federación por la SICT, entrará en vigor después de 60 días naturales de su divulgación. Por lo tanto, se espera que el traspaso se materialice en octubre, consolidando aún más el control administrativo que la Marina ya ejerce en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Una de las cuestiones relevantes en este proceso es cómo se manejará la deuda asociada al aeropuerto. El actual director general del AICM, el vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño, ha expresado su deseo de desvincular las finanzas públicas de esta carga económica. En junio, en una conferencia conjunta, Velázquez Tiscareño declaró que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estaba analizando cómo realizar este traspaso sin que la tarifa de uso aeroportuario (TUA), que respalda los bonos emitidos para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco, afectara las finanzas.
El subsecretario de Transportes de la SICT, Rogelio Jiménez Pons, respaldó esta idea al mencionar la posibilidad de recomprar los bonos que aún están en circulación, con un valor de 4 mil 200 millones de dólares. Este enfoque ya se llevó a cabo en diciembre de 2018, cuando se recompraron 1,800 millones de dólares en obligaciones. Sin embargo, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, ha adelantado que este procedimiento no es viable financieramente en esta ocasión. Esta decisión se basa en que los bonos han aumentado su valor gracias a la recuperación del flujo de pasajeros después de la pandemia y podrían ser influenciados por declaraciones y factores del mercado.
En resumen, el traspaso del control del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Servicios Aeroportuarios de la Ciudad de México y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a la Secretaría de Marina marcará un nuevo capítulo en la administración de la infraestructura aeroportuaria del país. El enfoque en la seguridad nacional como principal motivo para este cambio plantea interrogantes sobre cómo se abordará la deuda asociada al aeropuerto. A medida que el traspaso se acerca, las miradas estarán puestas en la implementación de esta decisión y en cómo la Marina asumirá su nuevo rol en la gestión y seguridad del AICM.