La Inflación en México: Retos y Tendencias Actuales

Ciudad de México – En marzo, México experimentó una inflación anual del 4.42 por ciento, evidenciando un ligero aumento respecto al mes anterior y marcando el nivel más alto desde enero, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este incremento se vio impulsado principalmente por el aumento en los precios del pollo, transporte aéreo, gasolina, vivienda, y servicios turísticos en paquete, entre otros.

Con 37 meses consecutivos fuera del objetivo de estabilidad de precios del Banco de México, que se sitúa entre el 3.0 y el 4.0 por ciento, la inflación en el país sigue siendo un tema de preocupación. El crecimiento mensual de la inflación en marzo fue del 0.29 por ciento, el más significativo desde inicios de año, destacándose en particular el incremento de los precios en categorías específicas como el pollo y el transporte aéreo, que experimentaron alzas notables.

A pesar de estos incrementos, algunos productos mostraron una tendencia a la baja en sus precios, como la cebolla, el jitomate, gas doméstico LP, nopales y calabacita, lo cual proporciona un ligero alivio en ciertos sectores de la canasta básica.

El índice de precios subyacente, considerado un mejor indicador de la tendencia inflacionaria al excluir productos de alta volatilidad, registró un aumento mensual de 0.44 por ciento y anual de 4.55 por ciento. Por otro lado, el índice de precios no subyacente tuvo una disminución mensual de 0.16 por ciento pero un incremento anual de 4.03 por ciento, reflejando la complejidad de las dinámicas de precios en el mercado.

En lo que respecta a los precios al productor, el índice nacional mostró un crecimiento mensual de 0.85 por ciento y anual de 2.04 por ciento en marzo de 2024, indicando variaciones en los costos de producción que podrían tener implicaciones futuras en los precios al consumidor.

Los datos revelan los desafíos a los que se enfrenta México en términos de control de la inflación, en un contexto de recuperación económica post-pandemia y ajustes globales. El incremento en los precios de ciertos bienes y servicios esenciales afecta directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos y plantea retos para las políticas económicas del país, en su esfuerzo por mantener la inflación dentro de los márgenes establecidos y fomentar un crecimiento económico sostenible.