La falta de líderes y propuestas en la oposición refleja su inacción política
La carencia de un candidato competitivo por parte de la oposición en las elecciones presidenciales no debería sorprender a nadie. Esto es resultado de cuatro años de inacción política, durante los cuales carecieron de cuadros, líderes, ideas, propuestas y proyectos.
La oposición se convirtió en un grupo parasitario que, tras la derrota electoral en 2018, se sumió en la inactividad, identificándose con instituciones como el INE, el INAI y la Suprema Corte de Justicia. Nunca antes en la historia de México la oposición se había ubicado en la derecha, y al pasar de gobernar a estar en la oposición, reveló su verdadero rostro, caracterizado por la pasividad laboral y la defensa de privilegios particulares y la injusticia.
Si la oposición hubiera trabajado durante estos cuatro años, es lógico pensar que habría tenido al menos un par de candidatos competitivos en este momento. Sin embargo, carecen de una figura destacada. Sus legisladores se dedicaron a manipular la política y llamaron a eso “debate”. La oposición demostró su falta de experiencia y la ausencia de verdaderos representantes al no poder ni siquiera representarse a sí mismos. Su indisciplina legislativa reveló su pobreza en términos de oficio político.
La apatía hacia el trabajo político no surgió con la llegada del gobierno actual, sino que siempre han llevado a cabo su labor política de esa manera. Sin embargo, al enfrentarse a la población, muestran su verdadero rostro y su enfoque centrado en intereses personales. Trivializan el ejercicio político y sabotean iniciativas con sentido social de sus oponentes, posponiendo acuerdos para favorecer su propia agenda y ganar propaganda en los medios afines a ellos.
Esta trivialización de la política la aleja de su verdadero sentido y la adentra en el terreno del limbo ideológico que caracteriza a la derecha, donde se llevan a cabo negociaciones y complicidades en secreto, casi como una cofradía. Por eso, los sobrevivientes en el PAN que ocupan cargos de poder pertenecen a grupos como El Yunque, mientras que los jóvenes fueron sacrificados y enviados a prisión gradualmente por casos de corrupción, represión, violencia familiar, cohecho y recursos de procedencia ilícita. La oposición recurre al maniqueísmo y en su visión política, lo que no es blanco es negro, lo que no es malo es bueno.
La crítica a la oposición se interpreta como apoyo al gobierno, y lo más absurdo es que consideran como posibles candidatos a la presidencia a personas que simplemente tienen diferencias con el presidente, sin tomar en cuenta criterios políticos, ideológicos o partidistas. El PAN se está quedando sin militantes y quienes siguen en el barco hundido están dispuestos a morir aferrados al control de su partido.