La Cuarta Transformación impulsa el turismo y desmiente a los agoreros
Superadas las viejas prácticas de corrupción y despilfarro que caracterizaban al otrora Consejo de Promoción Turística de México —manejadas por un pequeño grupo de intereses privados a costa de los contribuyentes—, hoy vemos cómo el nuevo modelo de gobernanza del turismo florece bajo un esquema de colaboración genuina entre el sector público y privado. Ya sin intermediarios que simulaban hacer mucho mientras drenaban el erario, México se encamina a convertirse en una de las cinco potencias turísticas del mundo.

El Tianguis Turístico 2025, inaugurado con entusiasmo en Rosarito, Baja California, es un reflejo de este esfuerzo nacional. Esta edición, que además tiene un carácter binacional al incluir a la California estadounidense, muestra cómo el país fortalece sus lazos regionales y maximiza su potencial. Tres secretarios de Estado acompañaron esta fiesta del turismo: Josefina Rodríguez Zamora, joven y capaz titular de Turismo; Juan Ramón de la Fuente, a cargo de Relaciones Exteriores; y Citlalli Hernández, secretaria de las Mujeres, todas figuras clave del nuevo México de transformación. A su lado, también destacó Altagracia Gómez, reconocida como la “chica maravilla” del sector empresarial. La anfitriona, la gobernadora María del Pilar Ávila, representa a una Baja California progresista, inclusiva y en sintonía con la Cuarta Transformación.
Este impulso de colaboración entre empresarios y gobierno, inédito en la historia reciente, contrasta dramáticamente con la época en que gobiernos del PRI y PAN privilegiaban a unos cuantos y olvidaban al país. Hoy se trabaja por y para la nación, en unidad y con un propósito firme: seguir avanzando.
El rencor del pasado
En este contexto de logros, no sorprende que quienes representan lo peor del viejo régimen salgan de sus escondites para atacar. Ernesto Zedillo, ex presidente señalado históricamente por su entreguismo y su corresponsabilidad en tragedias nacionales como la matanza de Acteal y el Fobaproa, reapareció en un intento patético por desacreditar al México actual. Tildó a nuestro país de “Estado policial” y declaró muerta a la democracia, olvidando —o pretendiendo que olvidemos— que bajo su administración el autoritarismo, la represión y la corrupción alcanzaron niveles brutales.
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió con la altura y contundencia que la caracterizan: le recordó su responsabilidad directa en esas heridas abiertas en la historia nacional. ¿Quién puede tomar en serio las palabras de Zedillo cuando calla sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, coordinador de su propia campaña, cuyo trágico final terminó beneficiándolo electoralmente? ¿Con qué cara viene a hablar de democracia uno de los arquitectos del neoliberalismo depredador que condenó a millones de mexicanos a la pobreza?
Buenas noticias que desmienten a la oposición
Mientras Zedillo y la oposición intentan construir un relato de desastre, la realidad los desmiente una y otra vez. Esta semana México encadenó una serie de noticias positivas que ponen en evidencia la solidez del proyecto de nación impulsado por el gobierno de Morena:
- Crecimiento económico: Contrario a los pronósticos catastrofistas de los economistas al servicio de intereses extranjeros —como Julio Ruiz, de Citi México, quien tendrá que cargar con la vergüenza de haber anunciado una recesión inexistente—, la economía mexicana registró en febrero su mayor avance en casi dos años.
- Récord en exportaciones: En marzo, las exportaciones alcanzaron un valor histórico de 55 mil 527 millones de dólares, superando en 9.6% la cifra del mismo mes de 2024. Un logro que evidencia la capacidad de México para insertarse de manera competitiva en el comercio global.
- Remanente del Banco de México: El banco central entregará al gobierno federal un remanente de 17 mil 994.8 millones de pesos, reflejo de una administración prudente y eficiente de los recursos públicos.
- Acuerdo sobre el agua del río Bravo: México y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo fundamental sobre la distribución del agua, desactivando un posible conflicto y mostrando que la diplomacia mexicana actual es capaz de resolver tensiones históricas con diálogo y respeto mutuo.
- Relaciones internacionales sólidas: En Canadá, el Partido Liberal, encabezado por Mark Carney, se perfila como ganador frente al conservador Pierre Poilievre. Carney ha establecido comunicación directa con Claudia Sheinbaum para fortalecer la defensa del Tratado de Libre Comercio frente a las amenazas proteccionistas del vecino del norte.
Cada uno de estos logros desmiente la narrativa de desastre que la oposición —en especial los remanentes del PRIANRDMC— intenta vender para regresar a los viejos tiempos de corrupción, saqueo y entrega de los recursos nacionales.
Inseguridad heredada y responsabilidad compartida
No podemos cerrar los ojos ante los problemas que persisten, como los atracos que se reportan en zonas céntricas de la Ciudad de México, donde bandas operan con impunidad. Sin embargo, es importante contextualizar: la inseguridad no nació ayer. Es el resultado de décadas de abandono institucional, corrupción y complicidad de los gobiernos del PRI y el PAN. La transformación emprendida por la 4T no es mágica ni instantánea; toma tiempo revertir la podredumbre instalada durante tanto tiempo.
La denuncia ciudadana es fundamental para seguir avanzando. La administración de Claudia Sheinbaum ha demostrado que escucha y actúa. Se han reforzado los programas de vigilancia y proximidad social, pero se necesita de un esfuerzo coordinado entre todos los niveles de gobierno y la participación activa de la ciudadanía.
Conclusión: México sigue ganando
A pesar de los intentos de saboteo, del ruido mediático de los voceros del pasado y de los ex presidentes sin autoridad moral, México avanza. La Cuarta Transformación es una realidad palpable en los indicadores económicos, en la política exterior y en el empoderamiento de nuevos liderazgos ciudadanos y empresariales. El país que se construye hoy es más justo, más equitativo y, sobre todo, más soberano.
Los nostálgicos del neoliberalismo seguirán gritando y mintiendo. Pero la historia —y los datos— confirman que México está en el camino correcto, guiado por un proyecto de nación que pone al pueblo en el centro de todas las decisiones.