Justicia Pendiente en Chiapas: Asesinato de Líder Indígena y Ola de Violencia
Chiapas, México – El estado de Chiapas se encuentra nuevamente en el ojo del huracán tras una serie de sucesos violentos que han sacudido la región, entre ellos el asesinato de Carmen López Lugo, destacado miembro del Congreso Nacional Indígena y presidente del consejo de vigilancia ejidal de Tila (2018-2021). Este homicidio, perpetrado la noche del viernes pasado en el ejido Tila, ha levantado alarmas sobre la seguridad en el área.
Carmen López Lugo, conocido por su dedicación a la comunidad y su liderazgo indígena, fue brutalmente asesinado con armas de alto calibre, de uso exclusivo del Ejército Mexicano. Según reportes locales, el grupo criminal Karma está detrás de este acto atroz, y presuntamente está relacionado con la promoción de ciertos precandidatos a la gubernatura.
Esta situación ha desencadenado una ola de violencia en el municipio, donde el grupo delincuencial liderado por José Rodrigo Martínez Parcero y su hermana Adelaida Cruz de Santis Martínez Parcero, ambos empleados de la Secretaría de Salud y con influencia en el ayuntamiento, son señalados como los cabecillas. Este grupo ha sido vinculado a varios homicidios en el área, incluyendo la marcha corrupta en Cantioc, bajo el disfraz de una búsqueda de paz.
Los habitantes de Tila han denunciado estos actos ante la Fiscalía General del Estado y los tres niveles de gobierno. Sin embargo, expresan su frustración y descontento ante la falta de respuesta efectiva, acusando a las autoridades de ser parte de un narcoestado y narcogobierno. Esta preocupación se ve reflejada en las constantes advertencias a la comunidad sobre posibles secuestros y asesinatos futuros.
Adicionalmente, la violencia en Chiapas se extendió a Tuxtla Chico, donde el sábado por la noche, Guadalupe C., una mujer de 71 años, fue asesinada a balazos en un ataque perpetrado por hombres armados en motocicleta. Su acompañante, de 72 años, sobrevivió al ataque pero se encuentra gravemente herida.
Estos eventos han generado una atmósfera de miedo e incertidumbre en Chiapas, especialmente en las comunidades indígenas que han sido históricamente marginadas y ahora se enfrentan a una creciente ola de violencia. El llamado a la justicia y a la paz es más fuerte que nunca, y los ciudadanos exigen acciones concretas y efectivas por parte del gobierno para frenar esta espiral de violencia y garantizar la seguridad de todos sus habitantes. La comunidad internacional, así como los defensores de derechos humanos, mantienen sus ojos en Chiapas, esperando respuestas y soluciones a esta crítica situación.